Una pandemia, varios frentes de guerra abiertos, crisis climáticas y energéticas y la lucha por la supremacía económica entre otros, cimbran los cimientos de la humanidad que parecían imperturbables hasta el enigmático momento de la Inteligencia Artificial.
“la abundancia” que es la generalidad de estar acostumbrados a tener disponibilidad con prontitud y comodidad de productos y servicios, tiene eras marcadas por hechos históricos, los recientes, la sostenibilidad y la conectividad, pero sobreponiéndose a ellas está la Inteligencia Artificial.
La abundancia en un vaso medio lleno o medio vacío está determinada por el contexto con que se quiera mirar. “estamos viviendo el fin de la abundancia”, dijo Enmanuel Macron entorno a los recientes acontecimientos en Europa. “la IA nos conduce a la era de la abundancia” previene Elon Musk entorno a los adelantos en robótica. Los dos conceptos son verificables en el ambiente que les corresponde. El primero visto como un fenómeno global que nos lleva a repensar en la forma en la que producimos, consumimos y vivimos. El segundo avanza en las capacidades para igualar y superar al ser humano. Pero ambos giran en torno al devenir de la humanidad y la vinculación laboral de cada individuo componente.
Entendimos hasta ahora que el trabajo da sentido a la vida, pero ahora la vida tiene otro sentido, la robótica. Ella tomará los trabajos incómodos, peligrosos o tediosos.
Vinod Khosla, un destacado inversor de capital de riesgo cuya empresa ha invertido en esta tecnología, predijo que dentro de una década la IA podrá realizar “el 80% del 80%” de todos los trabajos actuales. “Creo que la necesidad de trabajar en la sociedad desaparecerá en 25 años para aquellos países que adapten estas tecnologías”
Elon Musk de Tesla asegura que la IA producirá una robótica esencial para que los bienes y servicios sean casi gratuitos.
Abandonamos rápidamente las generaciones para dar paso a nuevas maneras de enfrentar la vida con el entusiasmo por la posibilidad de que la tecnología esté en la cúspide de grandes avances que antes se consideraban mera ciencia ficción.
El siglo XXI nos advierte sobre los avances y los riesgos de la IA. Son varios los argumentos que nos conducen a una nueva era de la abundancia, ya no es una utopía.
La escaza obra de mano ya se evidencia en esta era, a futuro seguirá siendo reducida y en sociedades en desarrollo y con tecnología absorbente, se provocará una doble crisis; nadie va a trabajar en las condiciones habituales de hoy, y por otro, las nuevas condiciones tecnológicas exigen personal capacitado para enfrentar el reto de las nuevas maneras de invertir, producir y consumir.
A corto plazo, Goldman Sachs, grupo de banca de inversión y valores más grande del mundo estimó que la IA generativa podría aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) mundial en un 7% durante la próxima década y calcula que dos tercios de las ocupaciones estadounidenses serán parcialmente automatizadas por la IA.
En un mundo de trabajadores robóticos, ha sugerido, el significado mismo de nuestra economía podría perder sentido si tienes un número ilimitado de personas o robots.
En teoría, la humanidad quedaría libre para otras actividades. ¿Cuáles?