La actitud de los jóvenes ante otro posible encierro centran la confianza en la «responsabilidad individual»
“A ciertas edades que se no controlan tanto los actos”, en referencia a los brotes en fiestas y celebraciones deportivas
“En esta fase de control se pueden hacer muchas cosas, nos podemos divertir, pero sin perderle el respeto al virus”, advirtió previamente el ministro español Salvador Illa en referencia a algunas estampas que está dejando el verano más allá de las aficiones de fútbol.
Discotecas, bares abarrotados…escenarios que expertos en Salud Pública relacionan inevitablemente con la juventud. Además, la media de edad de contagios en España se ha reducido mucho en las últimas semanas: es actualmente de 50,5 años en mujeres y 46,3 años en hombres.
«La sociedad contemporánea, además de muchos otros rasgos, se define por su tremenda capacidad para olvidar y los jóvenes tienen este atributo más desarrollado»
«No son egoístas, si no más bien inconscientes» porque no tienen sensación de peligro o de riesgo para su salud y la de aquellos con los que se relacionan de forma directa. Desconfía también de la eficacia de la «responsabilidad individual» en un contexto en el que «se ha vuelto a la vieja normalidad de manera desaforada» y en el que el síndrome de la cabaña parece una preocupación añeja.
El experto reconoce que, a diferencia de la generación anterior, a los más jóvenes se les ha inculcado vivir el presente. «No aplazar para después lo que puedas hacer hoy, Si no te mueves caducas y ese tipo de consignas les han configurado a nivel mental», por eso, «estar un año sin verano, existiendo posibilidad, les parece impensable». «La publicidad enseña que el momento es aquí y ahora, y ese presentismo en el contexto de una pandemia se vuelve en contra de la salud pública», razona. Milagros García Barbero, exdirectora de salud en la OMS, recoge esta evidente la falta de miedo hacia el virus unida a que, en verano, «la juventud se desmadra siempre, pero este año más».
«Los jóvenes tienen más necesidad y ansia social ahora que no están encerrados, porque no se han podido comunicar personalmente, por mucho que exista Facebook y Zoom»
«Además, hace calor, las casas no están acondicionadas y se está mejor fuera».
«Una conciencia nueva de que seguimos estando en peligro. Y, cuanto más brote haya, más en peligro vamos a estar».
¿El problema?
«El virus es silencioso y no existe correspondencia causa-efecto, lo que provoca que no tengamos consciencia de que nuestros actos puedan tener consecuencias en dominó en personas que ni siquiera conocemos», desconfía el sociólogo.
García Barbero es más drástica. La edad media de los ingresos en la UVI, según la experta, ha bajado también en cuestión de dos meses, pasando de los 80 a los «55, 45 e incluso atendiendo a pacientes de 25 años». Así, la profesora cree que la única manera de concienciar a la gente joven es recurriendo a las secuelas: «Los que salen tienen problemas respiratorios importantes y no solo respiratorios, porque el coronavirus afecta a todos los órganos. Por una tontería de irte a dar saltos a una discoteca, o irte a un bar, quizá te has fastidiado la salud para toda la vida. Creo que ese es un mensaje aterrorizador que también hay que transmitir, como los de la DGT».
«Aquí, la responsabilidad individual tiene que tener una responsabilidad social-colectiva. Con tu propia familia y tus propios amigos, que son los principales focos de contagio», piensa ella. Una responsabilidad que hay que inculcar sobre todo entre la gente joven, «que se mueve en grupos más amplios y escenarios con barra libre de personas en los que cualquiera puede incorporarse a las aglomeraciones y donde es imposible hacer un rastreo».
El peligro para los jóvenes no es tanto cómo les afecte el coronavirus a ellos, sino que tienen que ser conscientes de que pueden poner en riesgo a grupos vulnerables al infectarse ellos. «La vuelta a la normalidad no significa no divertirse sino divertirse de otra manera”. A lo mejor, añadió, “no moverse con un número excesivo de grupos diferentes” y “valorar mejor su círculo de amigos».