Las medidas anti corrupción y los migrantes son usados por el presidente Kais Saied para cimentar su poder y abrir un camino a la dictadura, sostuvo que esos problemas son fuente de “violencia, crimen y actos inaceptables”.
La comunidad internacional no aceptó las palabras del Saied que implicaron el paro de compromiso con Túnez al tiempo que provocaron protestas generalizadas mientras cientos de inmigrantes huían del país /LP7D/EPA/Mohamed Mesara/
Cuando se trata de tensiones sociales, la migración se ha utilizado en muchos países como un medio para disciplinar a la opinión pública y convertir a los extranjeros en chivos expiatorios. Un ejemplo de esto es Sudáfrica, donde los migrantes fueron el chivo expiatorio cuando aumentó la desigualdad y el desempleo. Otro está en los EE. UU., donde las recesiones del ciclo económico llevaron a culpar a los inmigrantes latinos.
Túnez se está comportando como muchos otros países que se enfrentan a desafíos sociales, políticos y económicos. La opinión pública necesita posiciones radicales independientemente de su capacidad de respuesta al malestar de una sociedad.
Hacer creer al público que la contención de los derechos de los extranjeros de alguna manera protegerá a los ciudadanos de la contención de sus propios derechos sociales y económicos es una estrategia política clásica utilizada por muchos líderes.
El presidente Saied también ha estado tomando más poder y recientemente tomó medidas enérgicas contra los críticos que lo acusan de intentar instalar una nueva dictadura en el país.