Mientras en Soledar se están produciendo los combates más sangrientos desde el comienzo de la guerra. Los contradictores de uno y otro lado ahora no sólo mienten sobre las cifras de los muertos, también especulan sobre la salud de sus lideres.
Todo tipo de enfermedades están ahora disponibles para la próxima muerte de los protagonistas primarios de esta guerra, Biden a sus 80 años y con caminar cansino y dificultad de oratoria y atención, Putin con 70 años, rígido y frio con claridad en su discurso, y hasta Zelensky, desorbitado llenándose de miedo, porque de miedo también se muere.
Una y otra vez se especula sobre la salud de Biden y de Putin. Aliados políticos y mediáticos se inventan historias y personajes, espías, traidores, ex combatientes y todo aquel que crea puede aprovechar la guerra para intentar una muestra de sus dotes.
Sufren los presidentes de alguna forma grave de cáncer que progresa rápidamente, parkinson y repetidas muestras de alzhéimer » y probablemente «No les quedan más de dos o tres años de vida».
Los sensacionalistas como» Mirror» difunden información con base en mensajes secretos de agentes desertores a los que atribuyen toda confiabilidad. La casa Blanca y El Kremlin siempre evitan dar información sobre la salud de su presidentes.
A diario las cifras a favor de cada bando constituye un éxito construido sobre vidas humanas, ahora ambas partes y sus presidentes pudieran estar sometidos a investigaciones sobre violaciones de derecho, son responsables de cada gota de sangre mientras entidades como ONU, OTAN, y la propia Unión Europea asumen como los mayores responsables y cada día muestran más su ineptitud política y diplomática, alientan sin misericordia la guerra abonando más armas y subsidiando la inoperancia administrativa de Ucrania.
Todos vamos a morir, ellos también, quizás más pronto y no sabremos porqué pero bajo la bandera de la guerra se les reserva un anhelado sitial para perdurar en la historia, no habrán buenos ni malos solo hombres destruyéndose entre si.