Promueven una realidad ficticia que no tiene una base científica, sino cultural, donde la máxima es “buscar la felicidad” o “eliminar la ansiedad”, y quien no lo consigue termina aún más frustrado que antes de leerlos
Los libros de autoayuda llevan de moda muchos años y quizás ahora pueda ser también una moda criticarlos porque hemos visto que no sirven para nada.
Los grandes almacenes llenan sus estanterías con libros de autores de este tipo de autoayuda siembargo también empieza una escalada de autores y libros en contra de ellos
La pregunta clave es: ¿sirven para algo? ¿Ayudan a alguien? ¿O es una forma barata de ahorrase el psicólogo/a?
Siempre han sido una moda desde Las fábulas de Esopo, porque tienen más éxito y son más vendidos que cualquier otro texto sesudo y académico. Como cualquier otra lectura, supone una experiencia verbal con otro, con un autor que nos habla y recomienda qué hacer con nuestros problemas, incluso con nuestra vida.
Más que hablar con un psicólogo, otro profesional, o con algún amigo, leemos estos libros para no compartir nuestras intimidades con otros. Es cierto que estos manuales pueden ayudar a una persona a encontrar alguna solución, el problema es que, en su mayoría, esas “soluciones” son generalidades, sentido común y vaguedades, incluso muchos de esos libros son una estafa, como lo son las expresiones “si quieres, puedes”, “la búsqueda de la felicidad” o “el secreto de la vida”.
Casi cualquier persona con una mínima cultura podría escribir un libro rescatando frases e ideas de unos y de otros, incluyendo los nombres de muchos filósofos o frases zen, y vivir de ello si el libro tiene éxito en las estanterías.
El tipo de lenguaje que utiliza la autoayuda es característico. No suelen ser estos libros un ensayo sobre la vida o la felicidad, sino que recomiendan prácticas sobre cómo conseguir cosas: tener amigos, dormir bien, librarse del estrés, aumentar la autoestima, ligar más, ser mejor persona, o ser feliz.
En realidad, son libros de instrucciones, pero sin dar instrucciones. Se valen de frases lapidarias atribuidas a grandes personajes que en su mayoría son fake pero, sobre todo, utilizan historias cortas, a manera de cuentos con moraleja, que son fáciles de leer y que en el momento nos suben la moral. Son más fáciles de aceptar y de seguir.
estos libros utilizan un lenguaje directo hacia el lector, dirigiéndose a él con frases como “tu puedes conseguirlo”, “tu paz interior está en tu mano”, “si quieres, puedes”. Es el tipo de lenguaje menos eficaz para lograr un cambio, pero es muy motivacional de inmediato, por lo que engancha al lector, como si el libro hubiese sido escrito solo para él.
Se engaña al lector con historias de algunos que “triunfaron en su vida”, “consiguieron sus metas” o “alcanzaron sus sueños”.
Pero sí, sirven para algo: para rellenar esa insatisfacción personal, o para intentar ser como los demás que se ven tan felices en las fotos de Instagram. Y sí, también servirán para alguien, no cabe duda que alguien cambiará tras leer un libro de autoayuda.
Pues sí, también son una forma barata de ahorrarse el psicólogo/a, pero realmente no resuelven ningún problema, no hay datos empíricos que muestren su eficacia.
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