La última mediación favorece a Ucrania; acuerdo sobre corredores humanitarios con un alto el fuego temporal. / Putin «Estamos consiguiendo nuestros objetivos. Nuestra operación militar continuará hasta el final. Destruiremos la anti-Rusia». / Estados Unidos eligió la línea de la prudencia, rechazando la solicitud de Ucrania de crear una “zona de exclusión aérea” para evitar los ataques aéreos rusos.
El avance de las tropas rusas sobre Ucrania/20minutos/
El ministro de Defensa de Ucrania, Reznikov, muestra a las dos delegaciones dándose la mano.LP7D/leggo.it
Moscú en las horas previas al inicio de las obras se había abierto a posibles “pausas” para evacuar a la población civil de las ciudades y pueblos bombardeados.
La llamada telefónica, que duró una hora y media, con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien mientras tanto anunció su denominación para el Elíseo, Putin reiteró que continuará “la lucha intransigente contra los nacionalistas en Ucrania hasta lograr todos los objetivos militares”.
El Elíseo ha hecho saber que el presidente ruso pretende hacerse con el control de toda Ucrania. Y el pesimismo impera desde Kiev, con el presidente Zelensky lanzando un llamamiento: “Solo Putin puede detener la guerra, tengo que hablar con él”.
Desde el Kremlin, sin embargo, interviene el presidente ruso con un nuevo mensaje congelando toda esperanza: «Estamos consiguiendo nuestros objetivos. Nuestra operación militar continuará hasta el final. Destruiremos la anti-Rusia».
Y la guerra continua rabiar en el campo. Cae la ciudad de Chernihiv, en el norte de Ucrania, el sitio de la capital Kiev continúa, hay escases de agua y comida. Pero las fuerzas armadas y la población siguen resistiendo.
Según ACNUR, ya hay un millón de desplazados. La comunidad internacional intensifica la presión económica sobre Moscú. La Casa Blanca ha impuesto nuevas sanciones a los oligarcas rusos y colaboradores del jefe del Kremlin. Y la Corte Penal Internacional ha abierto una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por Moscú. Pero nada parece detener la ofensiva lanzada por las fuerzas rusas en Ucrania.
Estados Unidos eligió la línea de la prudencia, rechazando la solicitud de Ucrania de crear una “zona de exclusión aérea” para evitar los ataques aéreos rusos. Los aviones occidentales deberían haberlo garantizado, arriesgándose así a una confrontación directa con los rusos. Con el peligro de una escalada militar de incalculables consecuencias.