Todos los días mueren civiles y militares en Ucrania, nadie sabe cuantos caen bajo el intenso cruce de fuego. Todo es posible que suceda en la desinformación en todas las declaraciones Rusas y ucranianas pero también las poderosas armas desinformativas de los cinco continentes.
A diario las demandas y acusaciones van y vienen, todos exigen y acusan pero no todos están dispuestos a dar.
No existe una fuente oficial sobre el número de victimas mortales, apenas si una aproximación al número de heridos y desplazados.
Los informes de inteligencia de los implicados se suceden siempre en entornos de acusaciones y exigencias. Las deliberadas mentiras asentidas por funcionarios de alto rango y los informes inexactos de los comandos militares buscan minimizar las propias deficiencias y en muchos caso por temor a ser despedidos o acusados de traición.
Desde el interior de sus situaciones agentes de ambas naciones, Rusia y Ucrania han declarado sobre asuntos de la guerra y sacados del contexto según el medio y el interés de afectación que busque.
Por ahora ni siquiera la ONU puede tener cifras fiables, apenas aproximaciones que son aceptadas por unos y desestimadas por otros
Tras meses de guerra los involucrados y aliados solo han encontrado un compromiso con el que todos pueden y deben vivir ahora. La insuficiencia diplomática y el interés de muchos por seguir en ese infierno por muchos mes y talvez años más.
Antes que todo el poder armamentista, el poder de la información tiene prelación en todas las naciones y esa prelación ha puesto grilletes a la independencia informativa. Todos han generado ahora poderosas maquinarias desinformativas, la libertad informativa está muriendo.