Cuatro semanas de entretenimiento, decepción y alegría hasta la histeria y un rayo de esperanza… Los argentinos están locos, están bajo la convicción de que su futbol en Qatar es la normalidad y nosotros los eventuales somos los locos del manicomio.

“Todos en el mundo están locos, excepto tú y yo. Y también tú, bien pensado…” escribió Robert Owen. La normalidad ahora es estar locos por Argentina, su locura es de toda su vida futbolera. La locura nuestra es pasajera.
Cuando hemos pasado temporadas desde Arroyito, San Telmo y la Boca hasta Palermo, Recoleto y Puerto Madero reconocemos que siempre están en modo loco de futbol, el azul y blanco con un balón de oro, rostros inmemorables, remeras, posters, tangos que cicatrizan, piernas tan bellas como las de Stone en bajos Instintos, guayos e hincha pelotas y memorables historias al estilo de “Funes el memorioso”, banderines y mucha milonga.
Los argentinos siempre están locos, por su futbol, se sienten muy europeos, son comparativos siempre, insuperables pregonan su super ego, un ego paranoico, persecutorio que todo el tiempo tiene que mostrar lo que es y que anda preguntando todo el tiempo si lo reconocen, es su complejo de inferioridad y con ello tanta chabacanería… así son, son argentinos y buscan ser de nuevo campeones mundiales de futbol, esta vez de una manera más clara, menos impura pero igual de mágica y encantadora como lo es su entorno futbolístico.
Los locos por Argentina son influidos por esa Argentina y ese futbol que con sus estrellas hace rato llevó constelaciones enteras por América y el mundo.
Los locos por Argentina surgen de esas juventudes futbolísticas de barriada que han querido construir su avatar argentino. En todos los equipos había uno al menos, ¿lo recuerdan?
Los locos por la Argentina que también son todos los que cargan su personalidad en un entorno al futbol alimentado de vanidad y jactancia, son conscientes y no esperan la alabanza externa, ellos mismos la hacen, lo placentero de sus emociones los lleva a no reflexionar en nada más.
Los locos por la Argentina saben que no van a morir sin ver campeonar a su selección, si no sucediera este domingo, también van a estar tranquilos porque por lo pronto no van a morir…
En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel,
de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré,
no te lo puedo explicar, porque no vas a entender
las finales que perdimos cuántos años las lloré,
pero eso se terminó, porque en el Maracaná,
la final con los brazucas, la volvió a ganar papá
Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar,
quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial
Y al Diego, en el cielo lo podemos ver,
con Don Diego y con La Tota,
alentándolo a Lionel