Los medios de comunicación conducen su objetivo de llamar la atención sobre hechos de la cobertura política que aparecen cada día y que desde el punto de vista de la información o al menos de intentar informar con objetividad conducen a torpes problemas. Mala información y desinformación entre otros.

No es necesario atender estudios críticos para saber que las aplicaciones de los escrupulosos de la comunicación y el periodismo están siendo violentados como un fenómeno que pretende hacerse natural, ni los medios ni los periodistas pueden hoy responder a la antigua idea del periodismo aséptico. En LP7D, independencia y no ánimo de lucro hacemos la experiencia
Los medios pertenecen a grandes conglomerados empresariales que los concentran, e incluso muchos de los que no forman parte de estas cadenas de valor, responden a intereses diferentes al de informar con objetividad y compromiso en la formación de juicio crítico.
La manera de presentar un hecho con lleva más contenido que una simple información. En la Operación Especial de Rusia en Ucrania, Guerra de Rusia en Ucrania o Guerra en Ucrania, se recrean diferentes contextos y narrativas que encuadran la información en parámetros que hacen que las audiencias tomen posturas de rechazo o aprobación, incluso sin conocimiento en profundidad del asunto. Los encuadres deben construir información objetiva y no como una reacción salida del contexto real del asunto.
La prensa de occidente generalizó como una “intervención” la ocupación de Afganistán por parte de EE.UU. a comienzos del siglo XXI, la postura de medios y países aliados siempre hizo eco de una “intervención”. Ahora esa misma prensa ha decidido llamar “guerra” a la invasión de Rusia a Ucrania. Encuadran en esas consideraciones la información en abierto agravio a ser objetivos.
Los medios de occidente han construido de Ucrania encuadres informativos desconociendo contextos históricos relevantes, cimentan relatos con desinformación, promueven sentimientos de desgracia y dolor que provocan odio y ninguna esperanza, ocultan prácticas de violación de derechos y promueven la división del Estado favoreciendo el saqueo de riquezas e hipotecas económicas por décadas. Los medios en este asunto perdieron su esencia, en su encuadre informativo han trasformado a su antojo el entorno sin importar incluso como la Unión Europea al sumarse a la guerra de agresión contraría el derecho internacional y para justificar de manera masiva como ilegitima su inclusión.
Un ejemplo muy común de un encuadre de desinformación y mala información se sucede desde la forma como se confunde a las audiencias llamando “régimen” a algunos gobiernos; si bien es una situación de terminología contraria a lo que se pudiera suponer, no se deriva del hecho de si las personas en cuestión han sido elegidas, lo cual, por cierto, es un criterio político que tiene su origen en la comprensión occidental de la democracia representativa y de la simpatía o antipatía hacia otro país; por ejemplo, los países o emiratos árabes nunca tienen denominación de “régimen”, pero si Rusia y China, elegidos por sistemas de gobierno desconocidas por occidente a quienes les resulta mejor tratarlos de equivocados y enemigos. Existe un doble racero en occidente que pone a funcionar desde los medios cuando le interesa. Enmarcar la información sin abuso de la terminología y su aplicación será lo justo en la realidad completa del hecho, es construir un marco para todas las fuentes y alcanzar una perspectiva común sobre un suceso sin tomar partido.
Los medios son aliados generalmente de los gobiernos, aunque parezcan con posiciones contrarias en contenidos, su información será irrelevante, no causará daño. Sucede en todo el mundo el periodismo perdió su esencia objetiva y con ello arruinó su credibilidad. En países como Rusia, China y Ucrania es evidente que la libertad está cercenada, pero esa realidad también es evidente en Europa, desde Bruselas, cada vez se suceden mayores embates de exclusión y silencio.
Pero el asunto trasciende, cuando ese encuadre informativo ha intoxicado, es usado con regularidad en la necesidad de fortalecer propósitos en distintas épocas, los efectos perduran y son poderosos elementos de recordación. Ahora los republicanos estadounidenses saben que Ucrania es la ilusión de los demócratas, aunque el gobernante se haya ido. Entonces el gobernante en turno apareció como demandante asqueado de esa práctica cuando en realidad ambos obedecen al establecimiento; ese grupo de personas con poder y dominio, conformante de las élites de control político y promotores y patrocinadores de los encuadres informativos.
Otro ejemplo de un encuadre informativo sin objetividad se ha visto desde las manifestaciones de los trabajadores, estas experiencias han pasado a reconocerse como una multitud de peligrosos delincuentes, ha sucedido en Francia, Venezuela, Alemania, España. Los medios han construido encuadres falsos más amplios y anclados a una memoria colectiva expresada en todos los campos del conocimiento.
Por décadas los encuadres informativos de occidente han determinado a los buenos y a los malos, el hecho es una construcción de uso recurrente en todos los campos de la producción incluida una gran argumentación mediática.