Durante los primeros días de enero, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, han adelantado el rescate de seis crías de la especie megascops choliba comúnmente llamados currucutus.
La Corporación hace un llamado a la comunidad a tener precaución con esta especie silvestre, pues actualmente se encuentra, al igual que otras aves, en época de reproducción.
Las lechuzas o búhos tienen un comportamiento particular cuando salen del nido, pues se tiran al suelo en donde permanecen horas o días siendo alimentados por sus padres. Este comportamiento se ha convertido en un infortunio para muchos pichones que son recogidos por personas y llevados a casas o centros de rescate, afectando su desarrollo y aprendizaje, el cual solo le dan sus parentales para poder sobrevivir en la naturaleza.
Muchas personas de buena voluntad, que aprecian la biodiversidad, sin saberlo, les causan un gran daño a estos pichones al recogerlos del suelo y apartándolos de sus padres.
“Es muy frecuente que todos los años aparezcan personas que piden ayuda diciendo que rescataron a un ave que estaba tirada en el suelo o abandonada. En algunos casos se lo llevan a la casa o a un centro de rescate en donde es casi imposible que se les enseñe a buscar, cazar y a saber cómo desenvolverse en su medio natural. Por eso quedan condenados a vivir en cautiverio hasta su muerte”, explicó Luisa Jaramillo, bióloga de la CAM.
La autoridad ambiental del Huila recomienda que si una persona encuentra un pichón de búho o lechuza tirado en el suelo, no lo recoja. En caso de que esté en peligro de ser atacado por perros, gatos o seres humanos, lo recomendable es moverlo a un lugar más seguro que puede estar a menos de 100 metros del lugar donde lo encontró.
Se recomienda no alimentarlo, tratar de tener el menor contacto con el ave para evitar estrés del joven y de los padres. Si es necesario recogerlo para ponerlo en un mejor lugar, tómelo con un trapo teniendo cuidado con sus garras.
Con información y foto de la CAM.