Qatar ha recibido 832 futbolistas para disputar el Mundial de futbol FIFA 2022, 137 han estado representando a países diferentes al de su nacimiento. Cada vez más los seleccionados nacionales para representar a tal o cual país son una mezcla de nativos y migrantes. Una sociedad que rompe fronteras de todo tipo y se sume en la incertidumbre del devenir de los vínculos humanos.
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Ese devenir, admite tendencias y actuaciones a favor y en contra; Desde la libertaria búsqueda de la igualdad persisten posiciones arraigadas a prácticas ancestrales de significativos valores culturales y sociales hasta los devoradores y mercenarios modelos de consumo que imponen la sociedad actual.
Los jugadores del mundial tienen diferentes razones para vestir una camiseta, hacerse nacionales por un interés, una oportunidad, un deseo. Ahora su territorio natal no es sinónimo de patria tampoco de nacionalidad, son de donde eligen ser.
La probabilidad de ser asistidos por alguien de diferente origen étnico, racial o nacional crece en el mundo por tanto es de esperar sociedades más diversas. Nos estamos convirtiendo en ciudadanos “mundiales”, aceptamos convivir bajo imaginarios simbólicos cubriendo necesidades y beneficios mutuos más allá de las fronteras nacionales.
El mundial de futbol es un gran indicador de la esencialidad de los habitantes de este mundo de adquirir destrezas, atributos y el conocimiento suficiente para trascender fronteras y que los deberes y derechos emanan en la pertenencia a una sociedad más desarrollada que respeta ante todo la dignidad del individuo, es cierto, la dignidad no tiene nacionalidad.
Como ciudadanos mundiales nos ha de interesar la libertad, la verdad y la justicia, abandonar los prejuicios, tener la razón no siempre implica que los demás estén equivocados.
En Qatar 2022 seguimos insistidos en el respeto a la individualidad, pero igual al componente social de respeto que le corresponde a cada país, de igual manera las selecciones participantes han vivido la inclusión de sus jugadores repatriados o nacionalizados con fuertes tensiones.
Algunas selecciones de África sufrieron alguna perturbación con la llegada de jugadores de padres nativos pero nacidos en Europa, en tanto crece el esnobismo por la inclusión de jugadores extranjeros en seleccionados europeos.
El mundial de fútbol es hace rato la posibilidad de alcanzar la ciudadanía mundial.