La agencia estatal de noticias iraní, IRNA, dice que «ha llegado el momento de castigar a Israel», y añade que se ha tomado una decisión final sobre cómo responder / El mundo atento a la represalia contra Israel en respuesta al ataque aéreo a la embajada iraní en Damasco / Porqué Estados Unidos suministra bombas con un poder tan destructivo cuando la guerra de Gaza está casi congelada? / Analistas dicen que es inminente un ataque.
Irán está bajo presión para actuar, el mundo musulmán clama venganza mientras Estados Unidos entregará 25 aviones de combate F-35A y bombas MK84 de 2.000 libras/LP7D/
Los observadores creen que un ataque de represalia es inevitable, ya que Teherán no puede dejar sin respuesta el ataque a la embajada extraterritorial protegida por el derecho internacional. Así lo confirmó también el jefe de Estado iraní, el ayatolá Jamenei. Pero, Irán no quiere una guerra directa con Israel, si bien tiene el mando de las acciones cada vez más probables y que deben compensar su posición de debilidad tras el ataque a su embajada, pero eso si sin provocar un incendio total.
Las voces de paz desde América y China son cada vez más intensas para que se detengan las entregas de armas. En Europa la tibieza genera muy poca credibilidad en medio del desgaste de la guerra en Ucrania.
Israel no se somete y desafía a las cortes internacionales, reclama trato terrorista al grupo Hamas que el 7 de octubre provocó una masacre de más de mil israelíes y mantiene un centenar de secuestrados y sobre los que Tel-Aviv justifica su accionar genocida en Gaza contra más de dos millones de palestinos, 35 mil de cuales han muerto.
El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu no pone fin a la guerra porque sin el logro de rescate total de rehenes, agravará su situación interna, asegurar su supervivencia política mediante acciones provocativas, soporta la presión de Estados Unidos para no realizar un cruel ataque final con armas que paradójicamente vienen de Washington.
En este contexto se aviva la respuesta iraní al aéreo ataque a la sede diplomática de Irán en Damasco – Siria, en el que murieron dos generales iraníes y cinco miembros de la Guardia Revolucionaria. La operación se considera una escalada potencialmente decisiva en el conflicto militar entre Israel e Irán.
Teherán desea mantener el conflicto por debajo del umbral de una confrontación militar directa con Israel y Estados Unidos, pero quieren imponer una guerra de desgaste.