Estados Unidos y Rusia intercambian individuos presos y condenados por violación a sus leyes, terminaran siendo héroes en sus países a pesar de haberle fallado a la humanidad.
Víctor Boutes y Brittey Griner/LP7D/
Brittney Griner, es una basquetbolista profesional nacida en Estados Unidos, incluyo en su maleta aceite de hachís fue detenida en Moscú a comienzos de 2022, abiertamente acepto consumir y estar cometiendo un delito, pidió perdón y fue sentenciada a nueva años de cárcel.
Víctor Boutes un traficante de armas nacido en Rusia, en 2012 sindicado de vender armamento a grupos terroristas en Colombia, detenido en Tailandia por la DEA, después de dos años de extradición, condenado a 25 años de cárcel en Estados Unidos.
Griner y Boutes tiene algo en común, violaron las leyes en territorios extranjeros, las draconianas leyes en ambos caos les hizo aterrizar en prisiones de pavoroso rigor y los medios alimentaron sus historias repletas de falacias encantadoras.
Se trata de seres humanos, antes que nada, mientras el presidente Joe Biden monta un espectáculo personalizado en torno al regreso de la deportista, en Rusia recuerdan las condiciones infrahumanas en que la esposa de Boutes testimonio el estado de su esposo, en ambos casos la cárcel vista en torno a su doloroso y reprochable naturaleza, inexorable y severa en cada sociedad.
Greiner y Boutes pasan de delincuentes internacionales a convertirse en héroes nacionales. Una historia más en la que prima el odio entre sociedades.