La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, al menos 441 refugiados se ahogaron en el Mediterráneo central entre enero y marzo de 2023 / “La persistente crisis humanitaria en el Mediterráneo central es intolerable” /25.000 ahogamientos en el mar Mediterráneo desde 2014. Es muy probable que sean mucho más / Los lideres de la UE fracasan de nuevo como en Ucrania.
En Europa nadie quiere asumir por temor a verse mayormente comprometidos con el asilo de los migrantes.
Las leyes se endurecen, los guardacostas en Italia restringen ahora con más dureza, los financiados por la Unión Europea, el Libia y Grecia se involucran en retrocesos regulares e ilegales de barcos de refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo. Europa es cada vez más peligroso
Grupos humanitarios y activistas son una voz tenue, los lideres sólo hablan de más armas a Ucrania, no les importa los miles de muertos allá menos los del Mediterráneo. Cada vez es mayor la indignación internacional.
No todas las vidas humanas son igual para Europa ahora son más deshumanizados, sienten amenaza a su seguridad, una vida que no les corresponde no les aflige, un ahogamiento es algo sus vidas y muertes simplemente no les toca.
Las sandeces de los lideres de la UE cada vez dan más grima, pasan de hablar de la libertad y la igualdad como valores universales a desasistir a los inmigrantes no europeos vistos como amenazas para los estados-nación europeos “Blancos”.
Organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras (Medecins Sans Frontieres, MSF) han instado durante mucho tiempo a las autoridades europeas a proporcionar cruces seguros y legales de las fronteras terrestres y marítimas hacia la UE. Ambas acciones son importantes y requerirán movilización política y activismo.
Europa debe dejar de redefinir a los refugiados como “personas desafortunadas” que nacen en lugares donde el conflicto o la pobreza son rampantes. Este lenguaje oculta cómo las muertes repetidas de personas que intentan buscar una mejor vida y seguridad en Europa son el resultado de políticas democráticas voluntarias y, por lo tanto, evitables.
No hay nada moralmente malo en buscar una vida mejor en un nuevo país.