Presencia del gas en el planeta “El fosfano se puede producir por procesos no biológicos. No necesariamente se produce por la presencia de vida”.
El planeta Venus (NASA / Reuters)
La atmósfera de Venus es corrosiva, abrasadora y extremadamente tóxica. El planeta está salpicado de volcanes que escupen fuego, montañas enormes, innumerables cráteres y gigantescas llanuras de lava. Las temperaturas en el planeta son tan increíblemente altas
En la investigación, publicada en Nature Astronomy, los autores explicaban que en la atmósfera del segundo de los planetas del sistema solar han encontrado indicios de sobreabundancia del gas, también denominado fosfina, y al buscar explicación al hallazgo no han logrado dar con una en base a procesos ya conocidos.
El hallazgo del gas supone un hito en sí por lo difícil que es su presencia en Venus
¿qué pasa con el fosfano? ¿Por qué se relaciona con la posible presencia de vida? El descubrimiento de su abundancia en Venus ya es una hazaña en sí, pues se ha hallado en una atmósfera donde resulta más difícil que se mantenga, explica Jorge Pla García, investigador en Ciencias Planetarias en el Centro de Astrobiología CSIC-INTA.
“Se ha encontrado mucho [fosfano] en Saturno, Júpiter y en cometas donde las atmósferas son reductoras, es decir, presentan un mayor porcentaje de hidrógeno que de oxígeno. La de Venus y la Tierra contienen más componentes oxidantes. El oxígeno rápidamente destruye el fosfano. Así que es más difícil que exista en Venus, pero no imposible”, explica.
En la Tierra, su presencia se relaciona con la actividad industrial o con la actividad de ciertos microorganismos. Por ello las bacterias se encuentran a su vez entre una de las posibles causas, si bien el gas no cumple la definición de biomarcador. “Biomarcador es todo aquello que procede clara y unívocamente de la actividad biológica”, explica Jorge Pla García.
“Son procesos químicos que sabemos que suceden, que son difíciles de producirse, pero no imposibles”, dice Pla García , a lo que añade que, no se trata de descartar la posibilidad de la vida como explicación -“la ciencia debe ser rigurosa”-, sino de estudiar mejor la atmósfera de Venus.
CON INFORMACIÓN: lavanguardia.com