Así denominan ahora a sus lideres los europeos. Han casi perdido su autonomía como organización y algunos empiezan a perder el control interno en sus países. La causa, ausencia de liderazgo.
Poderosos como Alemania y Francia tienen profundos y crecientes problemas políticos y sociales que empiezan a tener replicas en todos los socios de la UE. (España es el más reciente caso de retroceso y división). La pandemia y la guerra siguen siendo hasta ahora, excusa y justificación, la realidad es que perdieron autonomía, los millones de habitantes de Europa acomodan un término a sus lideres “europeones”.
Con un liderazgo ilusorio de organismos como la OTAN y la misma UE., pierden cada vez más, tienen ahora más carácter las intervenciones de Víctor Orbán y Rumen Radev, definidos en proteger y solucionar sus problemas antes que intervenir y mediar en los asuntos de otros. La fisura generada en la UE por el rompimiento con Rusia es enorme y apenas si algunos pueden con la exigencia del remplazante mercado de Estados Unidos, el gran aliado y redentor en condiciones desmedidas.
El mundo testimonia lo inocultable, cada día los “europeones” asisten a las múltiples cumbres, posan a los medios entre risas y abrazos, desmienten el horror y el sufrimiento de la guerra. El desconcierto incluso del propio presidente de Ucrania Volodimir Zelensky, abandonado en Vilna y con su disfraz de soldado a punto de romper en llanto, es comprensible.
Claro que la guerra creó un problema para la comunidad internacional, incluso para quienes no les importa el destino del pueblo y el estado ucraniano. Los motivos no son sólo seguridad y negociaciones entre países, tampoco es solo “palabrería” como el jefe de la OTAN promueve. La guerra se justifica por propiciar un enorme negocio armamentista que trasciende fronteras y genera posiciones encontradas en las élites políticas internas de casi todos los países.
Empresarios y diplomáticos presionan a sus gobiernos a limitar e incluso suprimir la ayuda a Ucrania, otros promueven alargar el momento, en ambos casos distantes de cualquier condición humanitaria.
Los “europeones” pusieron de cabeza el mundo, la multipolaridad asoma como nuevo orden mundial y las organizaciones como ONU y OSCE navegan en la creciente incredulidad de su eficacia. ¿Qué autoridad y legitimidad tendrá el sistema de la ONU si sus miembros violan sus obligaciones bilaterales y multilaterales en varios tratados y organizaciones internacionales? ¿con que moral un organismo condena acciones de un país a otro en algunos casos y en otros no?
Los “europeones” estarán conformes, su escenario de incapacidad es es macabro, violencia contrarrestada con violencia.