El movimiento de comunidades indígenas del sur de Colombia, exigen la atención del gobierno del presidente Iván Duque. Alcaldía de Bogotá garantiza seguridad a ciudadanía y participantes de La Minga.
La Minga indígena de 10 mil indígenas llega a Bogotá en busca de dialogo directo con la presidencia de Colombia / france24
Son casi 10 mil indígenas que ya están en la capital Bogotá, mientras el gobierno a través de altos funcionarios buscan mediar una agenda que permita concretar acuerdos. Desde la Casa de Nariño siembargo no se confirma ni se descarta un posible diálogo directo con el presidente Iván Duque, que reitera disposición siempre y cuando se haga por vías legítimas y no bajo amenazas o ultimátum.
El Gobierno nacional reprocha a la Minga su carácter político por lo que incluso ha llamado a los activistas sociales participantes que aclaren su postura y digan «con claridad a los colombianos» si quieren convertirse en un movimiento político.
La situación con la llegada a la capital del movimiento ha provocado tensión debido a situaciones de sanidad, así como su participación en los movimientos programados por las centrales obreras del país con un anunciado Paro Nacional que se llevará a cabo este miércoles 21 de octubre.
El gobierno Duque ha intentado dialogo abierto con representantes de la Minga incluso antes de iniciar su marcha a Bogotá que buscan aterrizar las demandas indígenas no políticas. El defensor del pueblo Carlos Camargo ha avanzado en su posición de neutralidad acercar las posiciones.
El gobierno insiste acceder a reunirse siempre y cuando primen los procedimientos y protocolos de bioseguridad que ha limitado por defender la salud de los colombianos afectando a importantes sectores de la economía y no va a violar esas disposiciones por presiones de la Minga
La Minga busca con Duque discutir cuatro temas: “vida, territorio, democracia y paz”, según ha explicado en diferentes ocasiones el consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Hermes Pete Vivas.
Pete expresó “esperamos al presidente”, pero que “ya no le vamos a enviar carta de invitación. Tuvieron el tiempo todo el año para conversar, toda la semana y el transcurso del recorrido. La Minga nunca ha cerrado las puertas, no se ha cerrado en su radicalización”.
El diario Nuevo Siglo ofrece en sus paginas las declaraciones de algunos altos funcionarios de la política nacional que expresan su posición frente a la situación
El senador Gabriel Velasco, del Centro Democrático, juzgó que “a la ofensiva contra el Gobierno y a favor del populismo, se ha unido la Minga indígena, una movilización que tiene como origen un claro tinte político. Contrario a quienes sostienen que busca la reivindicación de derechos, las acciones de esta han mostrado que su único interés es el de llegar a Bogotá para unirse al paro convocado el 21 de octubre. Esta es la verdadera razón para no dialogar con el Gobierno nacional, pues este envió de manera responsable a los más altos funcionarios del Estado a escuchar las etéreas exigencias elevadas por algunos líderes indígenas”.
El senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, apuntó que “la crítica del Gobierno a la Minga es que representa un ‘movimiento político’. ¿Significa eso que para ser legítimos los movimientos sociales deben ser apolíticos? ¿Es válido que quienes ejercen la corrupción y el autoritarismo determinen el concepto de qué debe ser la política?”
El coliseo público Palacio de los Deportes se acondicionó con todas las medidas de bioseguridad garantizadas con puestos de desinfección, lavado de manos y baterías sanitarias. Así mismo, se destinó una carpa para prestar servicios médicos, lugares para la toma de muestras de covid-19 y zonas de aislamiento preventivo para quienes presenten síntomas asociados al coronavirus.
Varias comunidades y actores políticos han pedido a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López que asuma y ejerza sus funciones, adoptando las medidas policivas y actividades necesarias para evitar la propagación del covid-19, ante el riesgo que representa para la comunidad la llegada de la Minga indígena a la ciudad en medio de una pandemia y sin que se estén acatando los protocolos de bioseguridad conforme a los estándares del Gobierno nacional y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).