El nuevo gobierno de Israel trae una nueva administración para los territorios ocupados. El recién nombrado ministro Bezalel Smotrich, un extremista nacional-religioso de retórica racista y homofóbica, persigue un plan para poner todo el territorio palestino bajo soberanía israelí sin dar ciudadanía a los palestinos que viven allí.
Smotrich, tendrá el poder de aprobar planes maestros de asentamiento, ordenar demoliciones en comunidades palestinas, determinar quién y qué entra y sale de Gaza, y qué palestinos podrán cruzar la separación (Cisjordania). cerco para labrar sus tierras del otro lado.
Así el nuevo gobierno israelí, tiene la intención de transformar el dominio de la tierra palestina, perpetuar la tiranía mientras cultiva la supremacía judía como credo político y legal.
La Asamblea General de la ONU se prepara para discutir una solicitud de opinión legal de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el estado legal del control israelí sobre los territorios palestinos y las consecuencias para la comunidad internacional. Se pide a la CIJ que defina legalmente la violación masiva, generalizada y en curso del derecho palestino a la autodeterminación.
Gran parte de la comunidad internacional reconoce que la ocupación de Israel ha caído en la ilegalidad y la ONU debe resolver todos los cuestionamientos surgidos.
Si se tratara de Rusia y sus presuntos crímenes en Ucrania o de Siria y los crímenes de su régimen contra sus propios ciudadanos, los estados europeos pedirían la aplicación del derecho internacional, tal como lo interpretan las instituciones de derecho internacional, sobre todo la CIJ.
A Europa le ha gustado hacer creer que la protección de los derechos humanos a través del derecho internacional ha guiado su política exterior.
Ahora el voto de la Asamblea General de la ONU no es sobre Siria o Sudán, sino sobre Israel, tratado como un caso excepcional por Occidente. Mientras que Israel implementa asiduamente un sistema legal dual orientado a la discriminación sistemática contra los palestinos, Occidente ha conservado su propio sistema legal dual, que efectivamente permite a Israel salirse con la suya con las violaciones internacionales de la ley.
Esta excepción para el caso de Israel carcome la credibilidad de Europa y su modelo moral global. Señala al resto del mundo que «todo es solo política» y desconoce el darwinismo, donde los poderosos están por encima de la ley internacional.
Por eso ha llegado la hora de la verdad de Europa. Si Europa le da a Israel un escudo protector contra las instituciones legales internacionales, se les opone o incluso les impide lidiar con las acciones y políticas de Israel, no solo dañará su propia credibilidad.
También envía un mensaje extremadamente peligroso al gobierno israelí que se está formando en Jerusalén y también a la nueva administración de los territorios palestinos ocupados que se está formando en Tel Aviv. No deben olvidar que hay un precio a pagar por violar el derecho internacional.