Los oceanólogos han descubierto decenas de miles de barriles de desechos tóxicos frente a las costas de California.
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Los científicos estadounidenses que examinaron la cuenca de San Pedro ( entre la costa oeste de Los Ángeles y la isla de San Catalina) encontraron un hallazgo extremadamente desagradable: al menos 25 mil barriles, presumiblemente con DDT, descansan en el fondo del océano. Según otras hipótesis, los contenedores también pueden contener residuos radiactivos.
Los barriles se encuentran a una profundidad de unos 900 metros y fueron descubiertos por accidente: los oceanólogos estaban tratando de averiguar por qué se observa un mayor contenido de sustancias tóxicas (incluido el DDT) en los tejidos de los peces y animales marinos locales.
Parece que esta vez los científicos han encontrado la razón. Resultó que, a partir de la década del 30 del siglo pasado, las aguas de la Cuenca San Pedro se utilizaron activamente para la disposición de residuos peligrosos. El vertido de barriles con química peligrosa se detuvo solo a mediados de los años 70.
Según ambientalistas y activistas, un desastre ambiental puede estallar en cualquier momento: los barriles están corroídos y el menor impacto puede provocar una destrucción masiva. El problema radica en el hecho de que nadie sabe con certeza qué hay exactamente en los contenedores.
Los científicos planean investigar el fondo del lugar de enterramiento y, si es posible, recoger artículos peligrosos para su posterior eliminación.