Después de la vida la prosperidad y libertad son el núcleo de la riqueza que ha empezado a derretirse / Las nuevas generaciones ya no saben, no quieren saber que no habrá esfuerzo una ni dos veces, será una y otra vez y la sociedad pierde capacidad para alentarlo, los políticos no se atreven a revertir la tendencia.
El regalo de la vida para esta sociedad es un derecho, no tienen interés diferente al saber que están aquí de paso y antes de morir -sin importar la edad – lo alcanzarán todo a cualquier costo.
¿y que es todo? Nadie sabe, ni ellos mismos. La prosperidad social es ahora solo un discurso vano. La visión a través del ojo de la cerradura de una puerta por abrir y descubrir cada vez es menos observado y analizado, sólo se busca el núcleo brillante de la riqueza material que se está derritiendo y formando una corteza de deshechos fría que hace que cada vez más vayan muriendo de pánico.
En 2060 los jubilados habrán aumentado antes de extinguirse definitivamente y el efecto de una tasa de natalidad también en descenso aumentará a mediano y largo plazo, porque la base inicial entonces más pequeña de personas en edad fértil crea un rebaño cada vez más pequeño.
El número de nacimientos en el mundo en 1960 es ahora en 2022 un 30% menor y para el 2050 será de un 50% menos. Es apenas consecuente que la tecnología y la desaparecida mano de obra conllevará menores ingresos a una sociedad laboral que requerirá más del estado.
Sin una reforma de la seguridad social, el incentivo al trabajo desaparecerá
Sin reforma de la seguridad social, los trabajadores pierden cualquier incentivo para trabajar.
Según la Fundación Bertelsmann, la suma de las tasas de cotización para el seguro de pensiones, el seguro de salud, el seguro de cuidados de enfermería y el seguro de desempleo aumentarán hasta casi el 50 por ciento en 2040 e incluso hasta el 60 por ciento de los ingresos sujetos a cotización en 2080.
La incómoda verdad de estas generaciones es esta: continuar así significa el colapso central de la sociedad trabajadora y, por lo tanto, de nuestra prosperidad. Lo que es fatal es que no son los chinos, los estadounidenses o los rusos, o los inmigrantes los que nos están haciendo este daño, son las demoradas reformas que nos aíslan de las naciones que un paso adelante ya tiene una sociedad con mas sentido de pertenencia y voluntad por su bienestar y el porvenir de las generaciones futuras, sin egoísmo y con mucho altruismo