Pese a un «elegante triunfo» con casi el 80% de los votos, no parece suficiente. El plan de Aleksandr Grigórievich Lukashenko para permanecer en el poder se está desmoronando.
Gente en las calles defienden los votos de la oposición que representó Svetlana Tikhanovskaya, que oficialmente sólo obtuvo alrededor del 10%.
La diferencia entre ambos recuentos, y el que a los observadores independientes se les prohibió quedarse, generaron reacciones sin precedentes en el país.
«¡Vete!». es la consigna a la policía especial – siloviki»- dispersan las multitudes con violencia y arrestos que protestan a lo largo y ancho de todo el país.
El país tiene dos días de bloqueo a internet. Cerrada toda comunicación. El lunes por la tarde los manifestantes ––muchos de ellos confiando en información encriptada por la aplicación Telegram– seguían intentando tomar las calles. Gracias a momentos de conectividad, se pudieron leer informaciones en Telegram que advertían que estaban entrando a la ciudad camiones militares y equipo militar adicional.
Lukashenco, ha advertido a toda la nación que no piensa «entregar el país». Tanto él como los otros miembros de su Gobierno saben que si dejan el poder ahora, serán perseguidos por las numerosas violaciones a los estándares democráticos y a los derechos humanos desde los años 90 y el encarcelamiento de todo aquel que se atreviera a cuestionar su autoridad, entre otras. según eldiario.es de España.
Aunque Lukashenko todavía tiene poder sobre el aparato represivo del Estado y sobre los empleados del sector público que trabajan en las comisiones electorales, pero ya hay señales de grietas dentro del sistema.
Los bielorrusos, aquellos que viven en el país y los de la diáspora, ya han metido la mano en el bolsillo para colaborar colectivamente con las personas detenidas y reprimidas.
Incluso si logra reprimir las protestas de los próximos días, la sociedad bielorrusa ya ha despertado hacia una lucha por la libertad que ha llegado para quedarse.
CON INFORMACIÓN: eldiario.es (Katsiaryna Shmatsina, investigadora del Instituto Bielorruso de Estudios Estratégicos)