UNESCO destaca el fuerte aumento a nivel mundial, en la primera mitad de 2020, del número de manifestaciones durante las cuales la policía y las fuerzas de seguridad violaron la libertad de prensa.
El nuevo informe de la UNESCO, titulado Seguridad de los periodistas que cubren protestas: preservar la libertad de prensa en tiempos de disturbios, señala una tendencia al alza en el uso ilícito de la fuerza por parte de la policía y las fuerzas de seguridad en los últimos cinco años. En 2015, se obstaculizó hasta en 15 ocasiones el trabajo de periodistas que estaban cubriendo protestas en todo el mundo. En 2019, este número se duplicó llegando a 32. El informe sugiere que se ha traspasado un nuevo y preocupante umbral, lo que pone de manifiesto una creciente amenaza a la libertad de prensa y de acceso a la información en todas las regiones del planeta.
El documento también revela que, en los últimos cinco años, diez periodistas fueron asesinados mientras cubrían protestas. Cada uno de estos asesinatos fue condenado en su momento por la Directora General de la UNESCO.
En algunas marchas se produjeron hasta 500 ataques diferentes, según el Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists o CPJ en inglés). Y en ciertos casos, como algunos relacionados con el movimiento Black Lives Matter, la violencia causó lesiones permanentes, como las sufridas por varios periodistas, cegados por balas de goma o bolas de pimienta.
Durante la presentación del informe, la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, destacó que la libertad de informar a los ciudadanos sobre las causas de los disturbios y la respuesta de las autoridades estatales son de vital importancia para que las democracias prosperen.
La tarea de los periodistas es esencial para informar y dar a conocer al público los movimientos de protesta. Desde hace muchos años, la UNESCO ha venido sensibilizando a la opinión pública mundial para que puedan desempeñar esa labor con seguridad y sin temor a la persecución, y ha capacitado a las fuerzas de seguridad y al poder judicial sobre las normas internacionales relativas a la libertad de expresión. Sin embargo, las cifras de este informe muestran que se precisan mayores esfuerzos, por lo que instamos a la comunidad internacional y las autoridades competentes a garantizar el respeto de estos derechos fundamentales.
El informe concluye que, en este periodo de cinco años, las protestas en todo el mundo han surgido por temas vinculados con la injusticia económica, la corrupción del gobierno, el declive de las libertades políticas y el creciente autoritarismo. El informe detalla diferentes tipos de abusos a los que se enfrentan los periodistas cuando cubren manifestaciones, entre ellos la vigilancia indebida, el acoso, la intimidación, las palizas, los disparos con munición letal o no letal, la detención, el secuestro y la destrucción deliberada de equipos.
También aporta recomendaciones concretas a todos los actores involucrados, desde los medios de comunicación y las autoridades nacionales hasta las organizaciones internacionales, para garantizar una mejor protección de los periodistas. Entre ellas figuran: el fortalecimiento de la capacitación de la policía y los agentes del orden público en materia de libertad de expresión y comportamiento apropiado en el trato con los medios de comunicación; el suministro de capacitación y equipo apropiados a los periodistas –incluidos los independientes– enviados a cubrir manifestaciones; el nombramiento de defensores del pueblo nacionales para responsabilizar a la policía del uso de la fuerza contra los periodistas durante los disturbios; y el fortalecimiento de los mecanismos nacionales para la seguridad de los periodistas.
La UNESCO proporciona a sus Estados Miembros asistencia técnica que incluye la capacitación de policías y miembros de las fuerzas de seguridad para la defensa de la libertad de prensa y la libertad de expresión.