En la reciente cumbre de la OTAN en Vilna ya es algo pasado, pero es interesante verificar novedades sustanciales para la geopolítica de los próximos meses y en particular la guerra en Ucrania. La OTAN abandonó a Zelensky y EE. UU ya carece de interés en Ucrania y su pueblo / Rompió la relación Europa con Rusia / Gana OTAN poder y posición estratégica en el Báltico y el Ártico.
OTAN se ve fortalecida y la Federación Rusa más aislada y desequilibrada en sus intereses económicos y de seguridad.
En términos de compromiso con la guerra de Ucrania, surge de la cumbre la inequívoca voluntad de los países de la OTAN de seguir apoyando a Ucrania.
La paz no es posible por el creciente –odio– existente entre los contendientes y los objetivos inalcanzables para unos y otros.
El escenario expuesto a la guerra es el congelamiento en el que los dos combatientes ejercen una guerra de baja intensidad con estallidos esporádicos y de mayor violencia y escasos momentos de solución que muestra la impotencia o escasa voluntad de la UE , y la OTAN además de otros para resolver los conflictos del siglo XXI. Un escenario tan similar al eterno conflicto entre Israel y Palestina.
Zelesnky ya está abandonado a su suerte que no será diferente a perder gran parte del territorio ucraniano y someterse a ayudas «entregas cada vez menores » de OTAN y UE.
Así se aleja de la OTAN a Ucrania aun cuando permanezca como un miembro candidato por siempre y con ello se tranquiliza a Rusia.