Occidente nos ha creado la historia que hemos consumido desde las escuelas y hasta las universidades como única verdad. La era de la Posverdad trajo en las ciencias y la técnica avances para desnudar hechos que promovieron sociedades desde sus fantasías y creaciones consumibles.
Los medios de comunicación olvidaron que sobre su producción informativa reposa la responsabilidad social que va mucho más allá de informar. Su dedicación fue promocionar esas historias que convenientemente resultaron favorables a sus economía e ideologías y terminaron en el eterno dilema de si están al servicio del poder o de la verdad.
Ahora que tenemos un mundo más abierto, persisten restricciones a la libertad que paradójicamente se promulgan en occidente como el gran diferencial – la promoción de la desinformación y la mal información ha permitido el actuar en contra de la sociedad en su derecho e interés de saber y entender cómo piensa la otra mitad del mundo – Ahora es absolutamente necesario ir a investigar por el otro 50 por ciento de la historia.
Los elementos ideológicos de occidente tienen afectación directa en nuestra manera de aprender, entender y actuar, igual sucede allá. En LP7D hemos intentado de manera independiente y en tributo a la libertad permear todo tipo de información sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, ya entenderán que hacerse a otra verdad con la producción informativa de occidente es imposible y allá con sus medios sucede igual. La publicidad y la información sesgada conviven desde siempre.
Cuando las redes sociales abrieron un nuevo mundo, en mayoría los seres humanos asumieron los contenidos de estas como verdad, grandes sociedades reprimidas pronto encontraron allí la mejor manera de reconocimiento, un afán de autopromoción idiotizo las charlas de familia y sociales en las salas, las calles y esquinas de pueblos y ciudades en las que los temas de predominio eran el “chisme del día a día” el futbol y la política criolla.
Ni Estados Unidos es el paraíso ni Rusia es el bastión del mal. El poder dominante convierte con éxito la legalización de la crueldad, paso a paso desde la primaria acción sucia e impensable y ajena al decoro público, la hace una realidad aceptada por la sociedad. Es en esencia un proceso que conocemos como “ventanas Overton”, la consecución de un resultado deseado en una secuencia de acciones concretas, “puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas”, según el escritor Evgueni Gorzhaltsán.
Las noticias son las mismas, existe un patrón de presentación que hace la diferencia y cambia los entornos de percepción. La intolerancia domina, se desdibujan los ideales del derecho a la vida y a la conformación de una sociedad bajo parámetros del bien y del mal. Ahora ha sido posible para este quipo de prensa curar información y descubrir verdades farsantes, mentiras efectivas.