Control sobre las exportaciones de vacunas fuera de la UE y activar el artículo 122 de los tratados que permite tomar medidas excepcionales en situación de emergencia.
la Unión Europea toma medidas excepcionales, con una comisión y su presidenta Ursula von der Leyen, cuestionadas por la gestión en la compra de las vacunas. Unas demoras provocadas por tres causas. La primera es la lentitud de la Agencia Europea del Medicamento en otorgar sus autorizaciones si se compara con los reguladores británico y estadounidense, con un método de aprobación mucho más rápido. La segunda es el retraso de Pfizer, aunque estas entregas están en proceso de recuperación, y la tercera es el fiasco de AstraZeneca, que ha reducido drásticamente las entregas sin aportar justificaciones convincentes.
Los contratos han permitido asegurar 2.300 millones de dosis a través de seis farmacéuticas, lo que supone “una amplia carpeta de vacunas”, en palabras de Von der Leyen, pero el problema es el ritmo de las entregas.
Von der Leyen mantuvo también una conversación telefónica con el primer ministro británico, Boris Johnson, muy interesado en aclarar el alcance de estos controles. “Hemos acordado que no habrá restricciones en la exportación de vacunas por parte de las empresas que cumplan sus responsabilidades contractuales”, escribió en Twitter Von der Leyen. Para Londres, esto incluye los 40 millones de dosis que Pfizer está fabricando para el Reino Unido en su fábrica de Bélgica. Bruselas no da precisiones