Temeridad y pragmatismo son la fortaleza del expresidente para EE. UU. Trump ha mostrado una forma personalizada de hacer negocios en los que no excluye asuntos públicos.
Recordando el intento de asesinato contra su vida del 13 de julio, dijo Trump: “Estoy muy orgulloso de decir que, en los últimos días, hemos recaudado 6,3 millones de dólares para las familias… incluso de un amigo mío que acaba de llamar… 1 millón de dólares, de Dan Newlin”. Dan es abogado de Florida
Así que no hay necesidad de esperar a que llegue el seguro o la Seguridad Social, que, en términos trumpianos, cuestan un céntimo. Es mejor mover grandes cantidades de dinero a gran velocidad.
Trump hace campañas en las redes sociales, incluidas las solicitudes de recaudación de fondos y va más allá, con audacia y descarado mezcla riqueza privada con fines públicos.
En los años 80´s Trump compró anuncios de página entera en los periódicos haciendo criticas abiertas a la política exterior de su país y hasta pidiendo la pena de muerte. Su habilidad para mover dinero de otras personas entorno a sus intereses y puntos de vista son geniales sin conducir a distanciamientos ni huir del consejo de sus pares.
“mi estilo de hacer negocios es bastante simple y directo. Apunto muy alto y luego sigo presionando y presionando y presionando hasta conseguir lo que busco”. Ha sostenido Trump.
Como presidente en 2019 tuvo la idea de comprar Groenlandia a Dinamarca, algo que generó antes que firmeza sobre el proyecto una gran cumulo de experiencias geopolíticas que ocupó titulares de medios por días. Así entrelaza siempre los negocios con la política, incluso con la política internacional. Antes también quiso construir su Torre Trump en Moscú y provocó una teoría conspirativa
En la Casa Blanca, se jactó de su eficacia personal con Putin, Xi y Kim y ello produjo una alerta de gastar más en defensa a los socios OTAN. Y más negocios exitosos tras la geopolítica.
Trump sabe que Gaza nunca habría estallado si él fuera presidente, “La clave final de mi estrategia es la bravuconería… La gente no siempre piensa en grande, pero puede entusiasmarse mucho con quienes sí lo hacen. Por eso un poco de hipérbole nunca viene mal”. Escribió el expresidente mientras advirtió a Netanyahu que, bajo la actual administración, el combate podría escalar hasta convertirse en una “Tercera Guerra Mundial”. Eso es inaceptable, “Quiero que termine y lo haga rápido” conminó al judío.
Trump quiere un alto el fuego, Hamás con menguado poder tiene el destino de los rehenes, así el futuro de Gaza no está resuelto. Puede que a Netanyahu no le guste, pero Trump no es un gran admirador suyo, y la mayoría de los israelíes y los sionistas estadounidenses sentirán alivio de un alto el fuego así no se estime del todo satisfactorio para nadie, pero un acuerdo que ofrece la esperanza de un diálogo reñido, no de una guerra reñida.
Trump aplica la misma mentalidad de resultados a Ucrania, “Terminaré el acuerdo en un día. Un día” y recién dijo “Aprecio al presidente Zelensky por tender la mano porque yo, como su próximo presidente de los EE. UU, traeré la paz al mundo y pondré fin a la guerra que ha costado tantas vidas y devastado a innumerables familias inocentes”.
No se invoca el bien y el mal, no se discute el derecho internacional, no se hace ninguna declaración sobre el mundo libre, no se hacen palabras ni estipulaciones que impidan llegar a un acuerdo. Trump está de vuelta.