La victoria de Roberta Metsola da esperanza a aquellos que persisten en su lucha por la verdad, a pesar de ser trolleados, insultados y ridiculizados.
La histórica elección de Roberta Metsola como presidenta del Parlamento Europeo es un episodio que el ex primer ministro y presidente bien podría utilizar como prueba a su favor. /EITB.
La eurodiputada ha sido una campeona de la necesidad de más medidas anticorrupción. «La corrupción mata, habrá más acción de la UE para proteger a las personas de la corrupción y la criminalidad»
Por su firme postura, ha sido trolleada en Malta, su país de origen vilipendiada y llamada traidora. Su elección para presidir una de las instituciones más importantes de la UE es un repudio europeo a los esfuerzos por demonizarla y un triunfo de los valores que defiende.
Ella explicó esos valores europeos en su magnífico discurso inaugural ante el parlamento como su presidenta: “…democracia, dignidad, justicia, solidaridad, igualdad, estado de derecho y derechos fundamentales”.
A nivel personal, su elección aplastante es un reconocimiento obvio de sus capacidades y credenciales para el trabajo. Tiene un excelente historial como eurodiputada y es una creadora de consenso que sabe cómo llegar a los opositores políticos y trabajar por el bien común.
Las tareas importantes que tiene por delante incluyen trabajar con las otras instituciones de la UE y los estados miembros para poner fin a la pandemia, ayudar en la búsqueda de una solución diplomática a la grave crisis en Ucrania, enumeró a mujeres, trabajadores de la salud, jueces, comunidades LGBTIQ, agricultores, discriminados racialmente y “vulnerables, oprimidos y abusados” entre todos aquellos para quienes el parlamento puede marcar la diferencia. “Cuando la gente recurra a nosotros para defender nuestros valores, encontrará un aliado”.