Las catastróficas consecuencias develaron que se trataba menos de derechos humanos y más de gas y petróleo /La invasión a Irak en 2003 fue un acto tan criminal como la invasión de Rusia a Ucrania, pero la reacción de parte de la comunidad occidental fue muy diferente. Nadie impuso sanciones contra Estados Unidos ni congeló los bienes de sus oligarcas, ni se exigió que fuera suspendido del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
Los países Arabes afirman que el objetivo de Estados Unidos era tomar el control de los recursos iraquíes y reorganizar la región de Medio Oriente de acuerdo con intereses de Estados Unidos e Israel /LP7D/
Era el amanecer del nuevo siglo, cargado de violencia por los terribles atentados del 11 de septiembre de 2001.
Una autoproclamada coalición de voluntarios liderada por Estados Unidos y Gran Bretaña contra Saddam Hussein en la segunda guerra de Irak. Después de dos años de debate en EE.UU., la cruzada contra el dictador de Bagdad y las armas de destrucción masiva inventadas en Irak comenzó sin prestar atención al derecho internacional. Dirigió una celebración de la victoria marcial en el portaaviones «Abraham Lincoln», en el que el presidente estadounidense George W. Bush anunció apresuradamente «Misión cumplida».
Irak ha quedado devastado. El que de muchas maneras fue el país más avanzado del mundo árabe es una ruina miserable. La invasión incitó el conflicto étnico entre chiítas y sunitas, que antes no existía, y que no sólo ha destrozado al país sino a toda la región. El Estado Islámico (EI) emergió de esas ruinas hasta casi tomar control de todo Irak, cuando el ejército, armado y entrenado por Estados Unidos, huyó en cuanto vio a yihadistas blandiendo rifles, a bordo de camiones. Cuerpos de seguridad apoyados por milicias iraníes a duras penas pudieron impedirles que tomaran Bagdad… y así otras muchas cosas.
Ahora Occidente, con toda razón, condena las anexiones de Putin y llama a castigar a esta rencarnación de Hitler, pero no se atreve a pronunciar la más tímida protesta cuando Estados Unidos autoriza a Israel a anexionarse ilegalmente la meseta de Golán, ni le dice nada a Marruecos por apropiarse del Sahara Occidental. La lista es larga. Las razones son claras.