La chica Lepht Anonymous es una de las biohackers y grinders más conocidas del movimiento transhumanista, porque practica cirugías en su cuerpo sin usar anestesia en las que se implanta chips para convertirse en cyborg
Este es uno de los chips que se ha puesto Lepht. «Yo prefiero sufrir el dolor y adquirir conocimientos que evitar el dolor y quedarme sin el conocimiento», empieza diciéndole Lepht a la BBC al explicar la razón por la que se ha hecho más de 50 operaciones en los últimos 8 años que se auto – implantó 50 chips y varios imanes para que su cuerpo fuera «mejor«
Lepht es «una hacker británica de wetware sin rostro o género, sin dioses o dinero, a la que le gusta la gente, la ciencia y el transhumanismo práctico», según se describe en el perfil de su popular blog Sapiens Anonym.
¿Cuál será el siguiente paso de la evolución humana? Una pregunta que seguramente ronda en la cabeza de muchos científicos de la actualidad pero que posiblemente nos haya abordado alguna vez. No en vano estamos bombardeados con constantes avances tecnológicos y utopías o distopías futuristas que plagan la cultura popular en forma de películas, series de televisión, novelas o juegos de video.
«El término wetware es usado para describir la encarnación de conceptos de la construcción física conocida como sistema nervioso central y la construcción mental conocida como la mente humana. Wetware es una abstracción de dos partes de un humano vistas desde los conceptos informáticos del hardware y el software«, dicen los diccionarios especializados.
De manera que, si un hacker es alguien que modifica cualquier sistema para que pueda emplearse de formas no pensadas por sus creadores, ese sistema en este caso sería el wetware.
Elon Musk, el excéntrico multimillonario de moda, cree tener en Neuralink, una de sus empresas tecnológicas, la clave del futuro. Por algo está utilizando sus millones para desarrollar chips implantables en el cerebro y asegurar “el futuro de la humanidad como una civilización”.
“Los transhumanistas buscan la continuación y aceleración de la evolución de la vida inteligente más allá de su forma humana actual y sus limitaciones por medio de la ciencia y la tecnología, guiados por principios y valores de la promoción de la vida”, dijo entonces el filósofo británico Maz Moore.