Un pequeño niño del municipio de Acevedo fue el héroe de una cría de mono lanudo (Lagothrix lagotrichia) que logró escapar de sus captores, el menor junto a su familia lo auxiliaron y dieron aviso a la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM que procedió a su rescate, evitando así ser comercializado en el tráfico ilegal de fauna silvestre.
El mono lanudo que fue sacado de su hábitat para venderlo ilegalmente como “mascota”, presentaba varias lesiones en su cuerpo y registraba un proceso avanzado de desnutrición.
De acuerdo con la autoridad ambiental del Huila, no todos los primates que son traficados, logran ser atendidos por el personal de fauna silvestre de la CAM, no todos cuentan con la suerte de escapar para que les curen las lesiones en sus extremidades que dejan los golpes y las cadenas usadas en el cautiverio, no todos alcanzan a ser salvados para tratar su alto grado de desnutrición producto de largos periodos de inadecuada alimentación, ni mucho menos cuentan con la suerte de quedar bajo observación médica, esperando avances positivos en su recuperación física para posteriormente iniciar su proceso de rehabilitación biológica y ser devueltos a su hábitat natural.
Las principales amenazas para los primates en el Huila y el resto del país son el tráfico ilegal de fauna silvestre y la deforestación, esta última provoca la escasez de los frutos que consumen y sus espacios de hábitat.
Además del uso ilegal como “mascota” existe otra práctica relacionada con la cacería para el alimento de personas, por ende actualmente se encuentra categorizado como En Peligro de Extinción, según el Atlas de la Biodiversidad de Colombia y en estado Vulnerable, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
“Lamentablemente el tráfico de primates en Colombia es muy común; después de las tortugas terrestres y acuáticas, así como los loros, en el Huila el tercer grupo afectado son los primates, porque muchas personas gustan de tener estas especies como mascotas en sus casas o fincas de recreo, desconociendo que para cazarlos antes matan a las madres dado que las crías, las preferidas por los traficantes, se adhieren al dorso de su madre para no ser capturados”, explicó Mario Suárez, profesional de Fauna Silvestre de la CAM.
El veterinario señaló que en lo corrido del 2022, en los Hogares de Paso de Fauna Silvestre de la CAM se han atendido siete ejemplares de monos churucos, tres monos titi y dos monos maicero, todos producto del tráfico de fauna, para un total del 12 ejemplares de primates rescatados.
“El mono churuco es una de las especies más traficadas, seguida del Mono Maicero que pese a no encontrarse en peligro de extinción, es muy común verlo como mascota y posterior los Titis Ardilla, una especie de Caquetá y Putumayo donde surge el principal tráfico de esta especie”, resaltó Suárez.
Valor biológico
Según la Corporación Ambiental del Huila estas especies tienen un valor biológico incalculable. Para el caso del mono lanudo, este es un ejemplar majestuoso y de gran tamaño que puede pesar hasta 22 kilogramos y medir 62 centímetros de alto, tiene un pelaje espeso y una cola prensil que funciona como un quinto miembro para moverse entre los árboles.
Aunque cuentan con una gran destreza para desplazarse y escapar de las amenazas, las consecuencias son muy altas cuando no lo logran, pues las pérdidas de especímenes tardan bastante en recuperarse debido a que las hembras pueden parir únicamente una cría cada dos años haciendo su reproducción lenta, ya que la edad adulta ronda los 10 años.
Estos primates cumplen un papel ecológico vital para los ecosistemas pues habitan áreas amplias donde, al comer frutas, se convierten en unos importantes dispersores de semillas, que por ende, garantizan el buen estado del bosque.
No al tráfico
El mercado ilegal de fauna silvestre es una de las principales causas de disminución de las poblaciones naturales. Además, muchas personas desconocen que los traficantes asesinan a las madres para poder arrebatarles las crías y transportarlas de manera ilegal hasta las ciudades y pueblos.
Enfermedades
Por último, si un ciudadano tiene fauna silvestre como “mascota”, corre el riesgo de ser contagiado de algunas enfermedades que estos portan. Los primates pueden trasmitir enfermedades como tuberculosis, fiebre amarilla, hepatitis b, rabia, leptospirosis, sarna, toxoplasmosis y diversos parásitos gastrointestinales, en la mayoría de los casos los monos son asintomáticos, por lo que los humanos y animales domésticos pueden ser contagiados sin sospechar su procedencia.
“El llamado es a no comprar animales silvestres, incluyendo los primates, los monos sufren mucho en cautiverio, aunque nos parezcan animales graciosos o tiernos, son animales que al ser sociales requieren la compañía de otros primates para desarrollar todo su comportamiento y estar saludable. Además, hacemos un llamado a denunciar a los traficantes para poder recuperarlos y devolverlos al medio silvestre y a cuidar su hábitat natural”, finalizó el profesional de fauna silvestre de la CAM.
Con información y foto de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena