Cuando se lanza la nueva versión de nuestro teléfono móvil, inmediatamente tiramos el anterior y nos apresuramos a comprar uno nuevo. Es el negocio de las empresas que los fabrican desechables, esto debe acabar.
Y la cuota es máxima, aun a costa de ponernos en mil y un apuros. ¿Qué pasaría si te dijera que puedes usar el mismo dispositivo toda la vida comprando un teléfono móvil solo una vez y luego instalando un programa de vez en cuando? ¿Qué pasaría si te dijera que puedes alquilar un teléfono de manera segura sin comprar un teléfono?
No son historias, son hechos. Y es cierto para todos los artículos, no solo para teléfonos, sino también para televisores y lavadoras. Por supuesto, primero pensó en lo asequible que sería tal arreglo. Por supuesto que es asequible. Pero mucho más importante que eso, es asequible para la forma en que funciona el mundo. Teniendo en cuenta que se consumen 1 millón 800 mil litros de agua por un teléfono móvil, parece que tenemos que cambiar del modelo ‘tomar-usar-desechar’ al modelo ‘tomar-usar-usar libremente’ MUY URGENTE.
¿Sabes cuantas empresas hay en tu país que han obtenido licencias de ‘renovación de telefonía móvil’? Los ministerios de los gobiernos del mundo establecen ‘centros de renovación’. Renuevan móviles y tabletas viejas bajo cámaras, los vinculan a un certificado, y los ponen a la venta como ‘productos reacondicionados’ con garantía. Con la Decisión del presidente, la tasa de IVA pagada por los consumidores que compraron sus ‘teléfonos móviles reacondicionados’ se reduce un porcentaje.
Así, se fomentó el sistema de ‘producto renovado’. Por lo tanto, esta práctica no solo protege al consumidor, sino que también genera mucho menos desperdicio, es decir, la transformación verde. Sin embargo, estas empresas tienen una capacidad total anual de renovación de teléfonos de solo 90-100 mil. Es fundamental que este número se incremente lo antes posible.
El mercado de teléfonos de segunda mano es enorme. Algunos de estos vienen en formas como el robo, el terrorismo, el contrabando. Los estados no reciben ningún ingreso por estas ventas, ni contribuye a la sostenibilidad. Es precisamente por estas razones que se deben promulgar esta regulación”.
Esta práctica genera muchos menos desperdicios, es decir, es fundamental para la sustentabilidad. Da la buena noticia de que los teléfonos reacondicionados abrirán sus propias tiendas individuales muy pronto.
“Además, al igual que los coches de alquiler, ahora se pueden alquilar teléfonos nuevos y teléfonos de segunda mano reacondicionados. Y no solo los individuos, sino también las empresas comenzarán a hacer esto. Esta es una gran ventaja en términos de flujo de efectivo y financiamiento”. La aportación económica de esta aplicación también es enorme.
La ‘renovación de teléfonos móviles’ es muy común en el mundo, pero especialmente en Occidente. Por ejemplo, la marca ‘Fairphone’, que no se vende en los países de la Unión Europea, especialmente en los Países Bajos, se basa completamente en este sistema. Este teléfono móvil está fabricado desde el principio para ser fácilmente desmontado y con él se envía un kit de reparación. De esta forma, el usuario puede quitar una pieza e instalar una nueva por sí mismo cuando sea necesario.
La fábrica le envía la pieza requerida. La parte antigua también se envía de vuelta a la fábrica para su reciclaje. De esta manera, el teléfono puede actualizarse constantemente. Además, todos los materiales utilizados son reciclables y no proceden del régimen de aprovechamiento. Por ejemplo, no emplear mano de obra infantil es una de ellas.
El problema es que muchas empresas han adoptado una forma de producción consciente para no permitir la reutilización y poder vender una y otra vez.
Dr. Uygar Özesmi dice que esto se llama ‘obsolescencia programada’. Científico ambiental y fundador de la empresa social Good4Trust.org, el Sr. Uygar dijo: “La mejor solución para enfrentar este consumo sin fin es la reparación. Todos los diseños deben hacerse de manera que puedan repararse fácilmente desde el principio”, dice. Cuenta cómo cierta marca de teléfono que la mayoría de nosotros usamos hoy en día previene esto de manera consciente. “Hay un mecanismo que no reconoce la herramienta, no permite usarla, no funciona cuando no hay parte original. Además, en el ecosistema que han establecido, tableta-música-aplicaciones-teléfono están todos tan interconectados que una vez que ingresas al sistema, es muy difícil salir. Es imposible que otra marca entre en este ecosistema y establezca su propio orden”. Explica que la mayoría de las marcas mantienen los repuestos caros al aplicar la ‘obsolescencia programada’, lo que anima a los consumidores a comprar en lugar de reparar. La solución es obvia: todos los países adoptan una política que apoya la fabricación por contrato de piezas y, cuando sea posible, el arrendamiento.
CON INFORMACIÓN: posta.com.tr