Varios abogados de inmigrantes de todo el mundo han denunciado que no han podido comunicarse con sus clientes desde que llegaron a un remoto campamento en la selva de Panama

Son 112 migrantes retenidos en el centro migratorio «San Vicente», en lo profundo de la espesa selva entre Panamá y Colombia. Su futuro es incierto mientras esperan ver si se les concederá asilo en Panamá o en otro lugar.
«Se están enviando personas, incluidas familias como nuestros clientes, a Panamá sin ningún tipo de evaluación para el asilo y a pesar de no tener ninguna conexión con ese país», dijo Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
«Y cuando llegan allí, desaparecen en una caja negra sin acceso a un abogado», dijo.
Gelernt es uno de varios abogados que impugnan una orden ejecutiva del 20 de enero del recién inaugurado presidente estadounidense Donald Trump que bloqueó ampliamente a los migrantes solicitar asilo en la frontera con México informa Reuters.
EE.UU. ha deportado a Panamá a unas 300 personas, en las ultimas semanas y se trata de ciudadanos de Afganistán, China, India, Irán, Nepal, Pakistán, Sri Lanka, Turquía, Uzbekistán y Vietnam. Estos vuelos forman parte de los esfuerzos de la administración Trump por eludir el hecho de que algunos países rechazan los vuelos de deportación estadounidenses debido a tensiones en las relaciones diplomáticas u otras razones.
Panamá permite a EE.UU. deportar a estas nacionalidades y hace responsabilidad de Panamá organizar su repatriación.
Pero el proceso, que en este caso incluyó una parada provisional en un hotel de la ciudad de Panamá donde el grupo fue detenido por guardias armados, ha sido ampliamente criticado por grupos de derechos humanos que temen que los migrantes puedan ser maltratados y temen por su seguridad si finalmente son devueltos a sus países de origen. Pero los ciudadanos de Panama reclaman el derecho a su seguridad y esperan que estos migrantes se envien a sus paises de origen.