Miles de criadores de ratas, así como de serpientes, civetas o cualquier tipo de animales raros consumidos en China, se quedaron sin ingresos desde que Pekín prohibió en primavera el comercio y el consumo de especies salvajes.
“Tenía pedidos por valor de decenas de miles de yuanes”, lamenta Liu Yanqun, delante de las jaulas vacías de su granja de Hunan (centro), donde unas 800 ratas de bambú esperaban a pasar por la cacerola principales sospechosos de la epidemia de covid-19
Este roedor, que se parece a una pequeña marmota, contaba con admiradores en el centro y el sur del país. Su carne fue popularizada en internet, donde famosos de la red publicaban sus recetas favoritas.
Las autoridades provinciales ofrecieron una indemnización de 75 yuanes (9 euros, 12 dólares) por kilo de rata, es decir apenas la mitad de la valor en el mercado.
Por la cobra, la oferta asciende a 120 yuanes (14 euros, 17 dólares)
Un mercado mayorista de Wuhan (centro), donde se vendía fauna viva, es considerado como el posible epicentro de la epidemia aparecida a finales del año pasado.
La causa de la epidemia SRAS, a principios de los años 2000, fue la civeta, un pequeño felino apreciado por su delicada carne. Pero su crianza sin embargo no fue prohibida.
Esta vez, el régimen comunista condenó a los animales salvajes en todo el país, incluidos los de granja.
Un drama para muchos criadores, que habían sido alentados por el Estado a lanzarse en este tipo de producción, que requiere poca inversión, con el objetivo de acabar con la pobreza.
La prohibición comercial cuesta al país cerca de 250.000 empleos y una pérdida de 11.000 millones de yuanes en términos de mercancía no vendida, según un informe oficial publicado la semana pasada.
En Hunan, como en las demás regiones rurales, la miseria está a la orden del día, muy lejos de los flamantes rascacielos de las metrópolis del este del país, como Pekín y Shanghái.
El presidente Xi Jinping hizo de la erradicación de la pobreza una de sus prioridades. Pero si bien China se ha erigido en segunda economía del planeta, solo se sitúa en el puesto 68 mundial en términos de PIB por habitante debido a su gran cantidad de población, según una clasificación de 2019 del Banco Mundial.