Washington financia la resistencia contra Rusia con su mano derecha, pero abre la otra como señal de paz hacia Moscú.
La guerra y su día 86 se enmarca en el reinicio de las llamadas entre el jefe del Pentágono Austin y el ministro de Defensa ruso Shoigu. Ayer, nuevas señales de distensión con otra llamada entre el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el general Mark Milley y su homólogo en Moscú, Valery Gerasimov./LP7D/Telesur
Rusia y Estados Unidos habían enfrentado negociaciones antes del 24 de febrero día de inicio de la guerra y ruptura de estas. La reapertura marca un segundo paso hacia lo que podría ser la resolución del conflicto. Aunque Washington parece estar seguro de un hecho: «A pesar de los éxitos de las fuerzas ucranianas en Kharkiv, es poco probable que los rusos sean rechazados por el Donbass y el sur del país. Y -según un alto funcionario del Pentágono- esto significará que el conflicto será largo». Rusia no abandonará los territorios alcanzados sino es través de la decisión de los habitantes incluidos, hecho muy poco probable dadas las condiciones de falta de asistencia social y corrupción ucraniana.
El deseo de un acuerdo viene acompañado de un fuerte mensaje de confirmación del apoyo de EE. UU. a Kiev: el Senado aprobó por una amplísima mayoría (86 votos a favor, 11 en contra) el paquete de 40.000 millones de euros en ayuda económica y humanitaria.