Mientras el mundo soporta infernales enfrentamientos entre occidente y Rusia, las dos potencias mundiales cumplen su agenda.
Dos cosmonautas rusos y un astronauta estadounidense han abordado la Estación Espacial Internacional (ISS), tras el vuelo operado por Rusia en un manifiesto caso de cooperación entre Moscú y Washington /LP7D/
Frank Rubio de la NASA y Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin de Rusia formaron la tripulación de las agencias Roscosmos y NASA
Pasarán seis meses en la ISS junto con otros tres cosmonautas rusos, otros tres astronautas estadounidenses y un italiano.
Trabajan unidos en medio de fuertes sanciones y distanciamientos. El espacio es una de las últimas áreas restantes de cooperación entre los dos países.
En la actualidad, la ISS depende de un sistema de propulsión ruso para mantener su órbita, a unas 250 millas (400 kilómetros) sobre el nivel del mar, con el segmento estadounidense responsable de la electricidad y los sistemas de soporte vital.
Las tensiones en el campo espacial han aumentado desde que Washington anunció sanciones a la industria aeroespacial de Moscú, lo que provocó advertencias del ex jefe espacial de Rusia, Dmitry Rogozin, un ferviente partidario de la guerra de Ucrania.
Rusia anunció abandonar la ISS después de 2024 a favor de crear su propia estación orbital.
NASA, califica la decisión como un «desarrollo desafortunado»
Analistas espaciales dicen que la construcción de una nueva estación orbital podría llevar más de una década, y la industria espacial de Rusia, un motivo de orgullo nacional, no podría prosperar bajo fuertes sanciones.