El tratado Nuevo Start era el último vigente que limita la cantidad de ojivas nucleares estratégicas que pueden desplegar cada uno.
Firmado por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, en 2010, empezó a diluirse desde marzo de 2020, como causa declarada, la pandemia del Covid 19 /LP7D/zoom internacional/
En medio de la confrontación con Occidente por la guerra de Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la suspensión del último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EE.UU.
En 2021 se autorizó por ultima vez a los inspectores estadounidenses y rusos a revisar los respectivos arsenales para asegurarse cumplimiento de las partes.
Nuevo START debía reducir en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país. Además, limitó a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales, el de los desplegados en submarinos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear. También redujo a 800 el de lanzaderas para misiles intercontinentales, lanzaderas submarinas para misiles balísticos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear, estén desplegados o no.
Estados Unidos ya había suspendido el diálogo sobre el control de armas meses antes, tras la intervención bélica de Rusia en Ucrania. Rusia prohibió las inspecciones estadounidenses in situ de su arsenal de armas nucleares, al alegar dificultades para hacer lo propio en EE.UU.
El presidente Putin dijo «si EE.UU. realiza ensayos nucleares con nuevo tipo de armamento estratégico, Rusia efectuará también pruebas» de esa clase. «Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo (…). Nadie debe albergar la peligrosa ilusión de que la paridad global estratégica puede ser destruida», comentó.
Juntos, Rusia y Estados Unidos representan alrededor del 90% de las ojivas nucleares del mundo.