Noche negra; el fútbol de toque y posesión culé ha muerto, Bayern Múnich lo vapuleo 8 -2

Es la tercera temporada sin logros, es pasable lo que no es culminar en una eliminación clarísima y contundente ante el Bayern de Múnich.
Roma y Liverpool, grandes enfrascados en el fracaso reciben ahora al Barca, los culés no han escarmentado y se encuentran atrapados en un mismo bucle del que son incapaces de salir. Grandes históricos perdedores.
Los dirigidos por Setién en sólo 30 minutos encajaron cuatro goles viviendo un escalofrió histórico que en algunas fases evocó a la semifinal del Mundial de 2014 entre Alemania y Brasil. Aquella vez los ojos del mundo se anegaron y el suplicio gritaba «no más por favor, no más…»
Esta vez en una oficina y sin compañía volví por esa desazón, la noticia de la tarde futbolera se hace crónica. El Bayern desplegó una superioridad insultante ante un Barça al que, como ya había avisado Messi, no le da ni por asomo para competir contra equipos con este poderío físico.
Los azulgrana asemejaron un elefante viejo y torpe trotaba ante una manada de lobos que mordían en todas y cada una de sus acciones. Los ocho goles encajados suponen la peor derrota europea en la historia del grande Barcelona.
Bayern salió como una apisonadora y a cinco minutos de inicio anotaron en una jugada de perfecta ejecución. El primero de Müller.
El Barça reacciona y antes del minuto 10 Alaba anotó un golazo contra su propia meta intentando evitar que rematara Luis Suárez. Empate.
Fueron los mejores minutos de los culés estrellando un balón al poste en un centro de Messi que no encontró rematador. Pero el Bayern, llegó a otra cosa, despertó furiosamente y Perisic, quien de potente zurdazo cruzaba el balón y anotaba el 1-2.
El Barça estaba groggy ante un rival que empezó a oler sangre. Este equipo, que ya ha cosechado importantes goleadas esta temporada frente al Tottenham y Chelsea, aplica la filosofía del pase extra en el área y la aplicó ante unos culés que eran incapaces.
Antes de la media hora de juego, Goretzka regaló un gol a Gnabry tras un espectacular sombrero 1 – 3 y Müller remataba un centro medido de Kimmich para por el 1-4 . ¿Quién podía pensar que esto fuese a ser posible?
El Bayern mucho más físico y coral masacró a un Barça que careció de intensidad, concentración y de un Messi que desapareció en otra noche decisiva. El argentino no apareció, pese a que otros compañeros tiraron de orgullo para intentar hacer una faena de aliño como Luis Suárez. El delantero anotó nada más comenzar la segunda mitad dando leves esperanzas de remontada. 4-2
El Bayern puso las cosas en su sitio antes de que se cumpliese el minuto 60 con un jugadón de Davies. Kimmich llego con el 5 – 2
La última media hora fue un suplicio para los azulgrana. El Bayern, lejos de relajarse, seguía envidando con ampliar las distancias en el marcador. Ter Stegen salvó de una goleada mayor a unos culés que iban perdiendo las formas hasta con el colegiado Skomina, quien pudo expulsar a varios jugadores por protestas poco educadas.
El Bayern se permitió el lujo de sacar a Coutinho para que se reivindicase. El brasileño salió y besó el santo asistiendo en un centro a la cabeza de Lewandowski , 6 – 2, 7-2 y 8 – 2 recreándose en la defensa cadaver azulgrana.
El Bayern pasó por encima de un Barça que no está para ganar nada en Europa a corto plazo. Este club necesita una profunda reflexión y un gran lavado de cara. No vale con lo que hay en este equipo, ni con Messi.