Bruselas cumple el ultimátum dado a Boris Johnson e inicia la vía judicial
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anuncia que ha puesto en marcha el proceso de infracción contra Reino Unido por vulnerar el derecho de internacional. El proceso puede acabar en el Tribunal de Justicia de la UE si Londres no retira la ley de mercado interior que reescribe el protocolo de Irlanda del Norte.
«Como saben, habíamos invitado a nuestros amigos británicos a eliminar las partes problemáticas de su proyecto de ley del mercado interior para finales de septiembre. Este anteproyecto de ley constituye, por su propia naturaleza, un incumplimiento de la obligación de buena fe establecida en el acuerdo de retirada»
» Si la reforma legislativa se adopta tal como está, estará en total contradicción con el protocolo de Irlanda del Norte. El plazo venció ayer. Las disposiciones problemáticas no se han eliminado. Por eso, esta mañana, la Comisión Europea ha decidido enviar una notificación formal al Gobierno británico. Este es el primer paso en un procedimiento de infracción. A partir de aquí, el gobierno del Reino Unido tiene un plazo de un mes para enviar sus observaciones. La Comisión Europea seguirá trabajando arduamente para lograr una implementación completa y oportuna del acuerdo de retirada en cumplimiento de nuestros compromisos».
En respuesta a las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, un portavoz del Gobierno británico ha explicado: «Responderemos a la carta a su debido tiempo». Y ha añadido: «Hemos expuesto claramente nuestras razones para introducir las medidas relacionadas con el Protocolo de Irlanda del Norte. Necesitamos crear una red de seguridad jurídica para proteger la integridad del mercado interior del Reino Unido, garantizar que el Gobierno siempre pueda cumplir con sus obligaciones con Irlanda del Norte y proteger los logros del proceso de paz».
De esta manera, la Unión Europea inicia el camino para llevar a Reino Unido a los tribunales por la decisión de Boris Johnson de hacer trizas un acuerdo que él mismo firmó después de tres años de negociaciones entre las dos partes para hacer efectivo el Brexit, como así ocurrió el 31 de enero.
El primer ministro británico, Boris Johnson, por su parte, ha instado repetidas veces a lo diputados de la Cámara de los Comunes a hacer caso omiso de las preocupaciones de Bruselas y aprobar una ley que modifica el acuerdo del Brexit, ya que considera que es la única forma de evitar «interpretaciones irracionales» que deriven en una «frontera» en el mar de Irlanda –entre la islas de Irlanda y Gran Bretaña–.
La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, señaló que «si Reino Unido viola un acuerdo internacional y mina el Acuerdo de Viernes Santo, no habrá ninguna posibilidad de que un acuerdo EEUU-Reino Unido sea aprobado por el Congreso de EEUU».