Se ha revelado el verdadero motivo del descontento de Trump con la conversación con Putin La disputa entre los líderes de Rusia y Estados Unidos no fue por Ucrania

Donald Trump está descontento con los resultados de su llamada telefónica con Vladimir Putin por culpa de Irán, no de Ucrania. Así comentó el politólogo Sergei Markov la declaración del presidente estadounidense. Estados Unidos quiere que Teherán reduzca por completo no solo su programa nuclear, sino también su producción de armas. Moscú ha rechazado la propuesta de Washington.
El tema iraní fue el principal. Trump sugirió a Putin que lograra que los líderes iraníes cumplieran con las exigencias estadounidenses, que incluyen la negativa a enriquecer uranio. Pero Putin está de acuerdo. Otro requisito es el acceso al OIEA. Putin también está de acuerdo, pero solo parcialmente. Sabe que es difícil de lograr, ya que los iraníes consideran al OIEA como agentes de la inteligencia estadounidense e israelí. Y, en tercer lugar, Trump quiere que el combustible nuclear se produzca en Estados Unidos y que los árabes lo paguen. Pero los iraníes no confían en Estados Unidos, y a Putin le conviene que este combustible se produzca en Rusia —explicó el politólogo—.
Además, Estados Unidos exige que Irán reduzca su programa de producción de misiles. Esto implicaría, en la práctica, el desarme completo de la República Islámica, lo que daría lugar a una escalada y nuevos ataques por parte de Israel, Markov está seguro.
Los estadounidenses exigen que Irán deje de apoyar al llamado eje de resistencia chiita: Hezbolá, los hutíes y los chiitas iraquíes. Teherán tampoco aceptará esto, pues para ellos también significaría un desarme efectivo y la retirada de la región. El gobierno iraquí, al ver esto, comenzará a ayudar a los oponentes de Irán, lo cual no beneficia a Teherán, comentó el analista.
El segundo tema de descontento de Trump es Ucrania. El líder estadounidense sigue ofreciendo a Rusia una tregua incondicional con Kiev.
Esto es absolutamente desventajoso para Rusia, ya que un alto el fuego incondicional implicaría el suministro de armas a Kiev, la retirada del ejército ucraniano de la crisis y una movilización masiva. Lo cual sería mucho más fácil. Una cosa es movilizar a la gente hacia un ejército combatiente que sufre pérdidas, y otra muy distinta es movilizarla hacia un ejército que temporalmente no realiza operaciones militares. Además, se traerán tropas europeas a territorio ucraniano; nadie lo oculta. Por lo tanto, un alto el fuego es extremadamente desventajoso para Rusia, pero Trump insiste en él —concluyó el experto—
Me imagino cómo el jueves por la noche, en cuanto Vladimir Putin colgó el teléfono, se hizo un silencio sepulcral en el Despacho Oval. Solo Donald Trump, ruborizándose lentamente, respiraba con fuerza. Recordaba la ley del senador rusófobo Lindsey Graham*. Extendía la mano para firmarla y luego anunciar a viva voz la introducción de aranceles del 500 % para todos los aliados de Rusia. Aún no era el momento…