La relación de los dos no ha sido buena y, mucho menos, después de que el presidente estadounidense calificara a Putin de “asesino”. Muy distinto al ambiente de poca hostilidad y alguna cercanía que se percibía entre el presidente ruso y el expresidente Donald Trump.
El saludo de los presidentes en su primer encuentro hace unos minutos en Ginebra /pulzo.com
El mundo espera que el encuentro sirva para sentar las bases de una relación de mejores condiciones.
Los asuntos que se pondrán sobre la mesa; Ucrania, Bielorrusia y los ciberataques sufridos por Estados Unidos y de los que Washington acusa a Moscú. También es probable que Biden entre en asuntos domésticos rusos, como la detención del líder opositor ruso Alexéi Navalny, algo que, si ocurre, según el jefe de investigación del Institute for Statecraft, Nicolás de Pedro, » es probable que Putin sea poco amistoso en ello»
Jen Psaki, vocero de EE.UU adelantó que en el encuentro entre ambos dirigentes se tratará “una amplia gama de cuestiones urgentes”, desde derechos humanos hasta ciberataques, mientras que el Kremlin aseguró que los presidentes discutirán sobre “el estado actual y las perspectivas de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, cuestiones de estabilidad estratégica y los problemas agudos de la agenda internacional”.
Según Nicolás de Pedro, “hay una desconfianza mutua muy profunda” y es “difícil” que Biden y Putin coincidan “mientras no haya confianza”.
desde que Biden es presidente, las relaciones entre Washington y Moscú “han empeorado”. “Han reducido personal diplomático, Biden cometió un exceso de sinceridad al calificar a Putin como un asesino. Digamos que la relación no ha hecho más que ir a peor, en contraste con la complicidad que existía durante la Administración Trump”
“El Kremlin está convencido de que hay un intento de derribar el poder ruso desde dentro».
“Simbólicamente, el mensaje que se está transmitiendo es que Rusia y Estados Unidos están a la par y tienen que sentarse para hablar de los grandes temas”, explica el jefe de investigación del Institute for Statecraft, quien piensa que “lo que ha ido pasando en los últimos días en Rusia sugiere que la cumbre no va a ir muy bien”, aunque subraya que “al Kremlin también le gusta mucho dar sorpresas”.