David Bennet es el primer hombre al que se le ha trasplantado un corazón de cerdo modificado genéticamente.
El hombre de 57 años no tenía alternativa: o aceptaba tener un órgano de un animal o moría de su enfermedad cardíaca terminal.La operación histórica fue realizada por médicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore, quienes obtuvieron un permiso especial de las autoridades reguladoras de EE. UU. para trasplantar el corazón de un hombre a un ser humano./Un cirujano en el momento de trasplantar el corazón a David Bennet. /
El diario VascoLos cerdos están más cerca de los humanos y pueden manipularse genéticamente fácilmente para protegerse de los elementos de ADN sensibles al rechazo. Tras ocho horas de operación «crea el latido, crea la presión, es su corazón», dijo el Dr. Bartley Griffith. “Funciona y parece normal, pero no sabemos qué pasará mañana, nunca se ha hecho antes”, agregó. Los científicos han trabajado para desarrollar cerdos cuyos órganos no sean rechazados por el cuerpo humano, y la investigación se ha acelerado durante la última década gracias a las nuevas tecnologías de clonación y edición de genes.
«Es un paso ilusionante, porque el gran problema que tenemos es que faltan órganos y hay gente que muere cada año esperándolo. Con esto se trata de encontrar vías alternativas para conseguir esos órganos», sostiene Marta Farrero, cardióloga del Hospital Clínic de Barcelona y secretaria general de la Sociedad Española de Cardiología. «Es una fantástica noticia que hay que tomar con cautela, porque todavía desconocemos cómo hay que manejar estos trasplantes, su durabilidad, el rechazo del órgano y a quién se le va a poder implantar»
Aún conectado a «una máquina de circulación extracorpórea» y saturado de inmunosupresores, a Bennet le rodea la incertidumbre. «Incluso en el trasplante de humano a humano hasta el 30% de los pacientes tiene algún rechazo en el primer año»
En este caso, el sistema inmune humano atacará al corazón trasplantado porcino y ese rechazo podría hacer que el órgano deje de funcionar en los próximos días, semanas o meses. Habrá que ver si con los tratamientos inmunosupresor y de bajar las defensas es suficiente para evitar ese rechazo, que es el gran miedo que viene ahora en los próximos días».