La Unión Europea pidió a un tribunal belga que imponga sanciones de hasta millones de euros por día
AstraZeneca afectada por las dosis de vacuna COVID-19 que no ha podido entregar al bloque.
La solicitud se produjo cuando los países de la UE y su ejecutivo, la Comisión Europea, iniciaron acciones legales contra la compañía farmacéutica anglo-sueca por «violación flagrante» de su contrato con Bruselas.
El abogado de AstraZeneca, Hakim Boularbah, rechazó el reclamo de la UE, declarando: «No hubo incumplimiento manifiesto del contrato. Es muy impactante ser acusado de fraude».
La UE está demandando a AstraZeneca para obligarlo a entregar 90 millones de dosis más de su vacuna contra el coronavirus antes de julio, argumentando que la compañía no cumplió con su deber contractual al entregar solo una fracción de las vacunas prometidas.
La fecha límite para el contrato está fijada para mediados de junio, según la Comisión, y la UE dice que la empresa debería enfrentar sanciones financieras si no cumple con este plazo.
El equipo legal de la UE exigió una multa inicial de 10 millones de euros más «10 euros por dosis y por día de retraso» en ese caso.
AstraZeneca entregó solo 30 millones de dosis en el primer trimestre de los 120 millones que se contrató para suministrar. Para el trimestre actual, que se extiende hasta el 30 de junio, planea administrar solo 70 millones de las 180 millones de dosis prometidas inicialmente.
El equipo del gigante de las drogas le dijo al tribunal que AstraZeneca era uno de los principales proveedores de vacunas para los países más pobres que enfrentan una crisis de coronavirus en curso, mientras que Europa ya está mejor abastecida.
AstraZeneca, que trabajó con la Universidad de Oxford de Gran Bretaña en el desarrollo de su vacuna, niega haber incumplido sus obligaciones. Rechaza la demanda por «infundada».
Dinamarca dejó de usar AstraZeneca en su campaña de vacunación en abril, seguida más tarde por Noruega y Austria.
La mayoría de los demás países han restringido su uso a los adultos mayores, incluso en Francia, donde está reservado para los mayores de 55 años.