Sanciones de la Unión Europea, imposibles para limitar las exportaciones de petróleo ruso.
El petróleo del país de Vladimir Putin continúa fluyendo sin problemas a compradores de todo el mundo, las necesidades de muchos están por encima de una guerra de pocos/LP7D/Word Energy Trade/
Una flota de buques se desliza por aguas internacionales y facilitan los negocios petroleros de Rusia. Se estima que el tamaño de la flota «en la sombra» es de 600 barcos, y cada día aumentan.
Las sanciones provocaron el retiro de unos fletadores pero permitió el ingreso de otros en mayor número. Empresas de todo el mundo compraron barcos a los europeos.
Moscú no quiere fletadores occidentales y los chinos e indios han quitado el trabajo a los europeos, a quienes se les ha prohibido este tipo de acuerdos energéticos después de la guerra contra Rusia y Ucrania.
Entregar petróleo ruso a los compradores no ha sido difícil incluso después que el G7 impusiera un precio máximo al petróleo ruso.
Con Europa obligada a distanciarse de la energía rusa, los compradores en Asia han dado un paso al frente y han hecho acuerdos lucrativos.
China ha incrementado sus importaciones de petróleo ruso hasta una media de 1,9 millones de barriles diarios en 2022, cifra que se traduce en un incremento del 19% respecto a 2021, según la Agencia Internacional de la Energía.
India, anunciada como la potencia que próximamente marcará de cerca a China, aumentó aún más sus compras en un 800%, lo que se traduce en una media de 900.000 barriles diarios.
Las exportaciones a Turquía, también un cliente igualmente importante de Rusia, continuaron a un ritmo acelerado.