Desaconseja el uso de aquellas que tienen válvulas, tanto entre el personal sanitario como en la población general.
OMS recomienda el uso de mascarillas no médicas, por ejemplo, las de tela, en zonas interiores tales como tiendas, oficinas o escuelas, si no se puede garantizar una distancia física de al menos un metro entre los presentes.
Las mascarillas médicas son principalmente recomendadas para grupos de riesgo tales como ancianos y personas con enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, diabetes o problemas cardiovasculares, en contextos donde no puede garantizarse la distancia física de al menos un metro.
Sobre las mascarillas de tela, la organización recomienda que estén elaboradas con tres capas: una exterior impermeable, una interior que permita el paso de la humedad, y una intermedia filtrante.
En estas mascarillas, insiste la OMS, no son recomendables las válvulas, ya que anulan la filtración y por ello “son inservibles para el control”.