«Si el lunes nos dicen no pueden abrir vamos a abrir porque sino de todos modos vamos a cerrar. Es abrir o morir, cuidando al 100% a nuestros clientes y trabajadores»
Así dicen los dueños de restaurantes de la Ciudad de México y del Estado de México a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y al gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo.
«El tema que traemos es diálogo y no cansarnos […] no podemos dejar en el olvido que estamos en un problema mundial, es la salud de todo el mundo, pero si la autoridad no habré una mesa de diálogo y solución a la industria, si no abrimos no vamos a volver a abrir nunca más porque vamos a tronar; se va a ir mucha gente a la calle» dice Manolo Ablanedo, de Grupo Fishers y vocero de la industria.
La industria señala que desde el inicio de la pandemia en la Zona Metropolitana del Valle de México se han cerrado 13 mil 500 establecimientos.
“Esto es un llamado de auxilio. Nos están extinguiendo. Ya no podemos más No condenemos a los trabajadores de los restaurantes al desempleo ni a miles de negocios a la quiebra”.
Sigue semáforo en rojo
En el caso de la capital, la jefa de gobierno comentó que ante la proyección que se hizo con el modelo epidemiológico y la saturación en los hospitales que hay actualmente, será difícil cambiar de semáforo el próximo 10 de enero.
«Los negocios ya no tienen recursos para el pago de la renta, luz, impuestos, pago a proveedores, sueldos o el pago al IMSS. Incluso, muchos trabajadores están a la espera de regresar a las actividades laborales para poder cobrar el aguinaldo», dijo en conferencia de prensa virtual el presidente de ConComercio Pequeño, Gerardo Becerra