El Dr. Mehreen Zaigham del Hospital Universitario Skåne en Malmö informó sobre el primer caso de un coronavirus mutado en un recién nacido.
La mutación se detectó solo cinco días después del nacimiento del bebé./ fakt.pl
Un bebé infectado por el coronavirus nació en un hospital de Malmö. Unos días después, se le detectó una versión mutante de COVID-19. Una mutación llamada A107G apareció apenas cinco días después del nacimiento del bebé. Este es probablemente el primer caso de este tipo en el mundo.
El estudio confirmó que la frecuencia cardíaca del bebé es anormalmente baja. El parto tuvo que ser por cesárea y con 34 semanas gestadas. Cuando se realizaron análisis de sangre después del nacimiento del bebé, se confirmó que el recién nacido tenía niveles de oxígeno muy bajos. Los hisopos de garganta han demostrado que tanto la madre como el bebé están infectados con el coronavirus. El niño ya estaba infectado con COVID-19 en el útero.
El bebé fue separado de la madre inmediatamente después de la cesárea. Unos días más tarde, otro estudio encontró que el virus del bebé contenía tanto la cepa original (la que tenía la madre) como una versión mutada. Una mutación llamada A107G apareció apenas cinco días después del nacimiento del bebé. Los cambios pueden haber sido causados por el contacto del bebé con el entorno externo fuera del útero.
La madre del recién nacido fue dada de alta a los cuatro días del parto. A su vez, el niño tuvo que permanecer más tiempo en el hospital por tratarse de un bebé prematuro. El niño no luchó con los síntomas más graves de COVID-19. Aparentemente, el cuerpo del recién nacido produjo anticuerpos contra el propio coronavirus, porque los médicos no encontraron anticuerpos en la leche materna.
La investigación también ha demostrado que solo algunos anticuerpos pueden atravesar la placenta; solo los anticuerpos IgG, también conocidos como inmunoglobulinas G, pueden llegar al feto y brindarle protección inmunitaria.
CON INFORMACION: Medonet.com/fakt.pl