El Canciller ha viajado sin periodistas en el avión, sin conferencia de prensa, conversación uno a uno con el presidente de Estados Unidos Joe Biden. Hay algo misterioso en la segunda visita del Canciller a la Casa Blanca.
En la casa blanca, el canciller Olaf Scholz y Joe Biden se reunieron en el Despacho Oval, el estudio del presidente Biden /LP7D/AP/
“Realmente aprecio la muy buena cooperación entre nosotros dos”, le dice Scholz a Biden.
Biden responde “Quiero agradecerles por su liderazgo fuerte y consistente. Lo digo sinceramente. Ha marcado una gran diferencia”, «Diría que además del apoyo militar, el apoyo moral que le dio a los ucranianos también fue de gran importancia. Sí, fue de gran importancia».
Los dos lideres siguen en privado, sin asesores ni grabadores. Se genera el misterio, un largo viaje a preferencia de Scholz. Hay mucho de qué hablar. ¿Cómo va el suministro de armas y municiones a Ucrania? ¿Cómo lidia con las crecientes demandas de negociación? ¿Qué garantías de seguridad se pueden dar a Ucrania a largo plazo? ¿Y cómo sancionar a China si suministra armas a Rusia?
El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, dijo antes de la reunión que, el vínculo de los dos países ha existido en aras de la «unidad de la alianza» y «para garantizar que Ucrania obtenga lo que quiere», Biden acordó el suministro a largo plazo de tanques Abrams, aunque no son lo que Ucrania necesita militarmente en este momento.¿?
Otra situación pendiente entre las dos nacione, Biden lanzó un programa de inversión estadounidense multimillonario el verano pasado, en Berlín y Europa, sin embargo, el enfoque «Made in America» de Biden no es tan bien recibido. La preocupación por las desventajas competitivas es grande.
La oposición está disgustada por la confidencialidad de este viaje. «Ninguno de nosotros en el Parlamento y en el público alemán sabe el motivo de este viaje», criticó el líder de la CDU, Friedrich Merz.