El mundo expresa su lamento por la desaparición del líder soviético / Políticos toman su muerte como una oportunidad para condenar a Vladimir Putin / Gorbachov terminó la Guerra Fría sin derramamiento de sangre, pero no pudo evitar el colapso de la Unión Soviética / Gorbachov hizo todo lo que tenía que hacer /Sin él, el mundo ahora sería diferente.
Mikhail Gorbachev:»En la Rusia en la que viví, siempre hubo huevos, en todos los sentidos» / “Crimea no puede ser arrancada de Rusia” declaro reciente en torno a la guerra con Ucrania / LP7D
Gorbachov es más grande que el gobernante promedio. Es un zar revolucionario que apareció de la nada. Apareció en el mismo momento en que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSSS, parecía desesperada, asquerosa, en una sofocante estabilidad invencible, Gorvachov se incluye en la sociedad sovietica y ajusta con tacto definido, pero sin asfixiar.
«Gorbachov irrumpió en nuestro mohoso mundo como un faraón hereje desesperado, que de repente inventó una nueva religión para sus súbditos, el precursor del monoteísmo: Dios Sol» dice el periodista Vladimir Vorsobin.
Su programa de reconversión («Perestrojka»): se debe alentar la iniciativa, la producción debe adaptarse más a la demanda.
Sin Gorbachov «Probablemente, durante un par de décadas más, el campo socialista se habría podrido, habiendo perdido finalmente la fe en sus propias ideas, y basado en el cinismo de las élites (entonces eran llamada nomenklatura) y las bayonetas de las fuerzas de seguridad.
Gorbachov simplemente trazó una línea. Afuera proyectó el ingreso de su pais a occidente, en Alemania Gorbi era amado,”: un ángel de la paz» que ayudó a poner fin a la carrera armamentista y provocó la unificación, allí justo en donde es venerado y nada más triste para él que ver como Alemania ahora cedió a la imposición de Estados Unidos para enfrentarse con Rusia, su más poderoso aliado militar y comercial, Gorbachov había muerto ya ante esa situación.
Entonces en los años 80 de la URSS Gorbachov, anunció el «terciopelo» momento de la verdad. Eso fue suficiente para terminar con el tormento y superar la agonía de esa para mucha locura de la Bandera Roja.
Por supuesto, Gorbachov se sintió culpable como la mayoría de los soviéticos que terminaron odiándolo por el colapso de la URSS. Por supuesto, no quería convertirse en el último secretario general de un gran país. Y aunque aseguró hasta sus últimos días que Boris Yeltsin y otros tenían la culpa, se sintió que entendía sin incluirse en el grupo de sepultureros de la URSS.
Mikhail Gorbachov hizo demasiado, irremediablemente (para sus oponentes ideológicos) cambió el mundo.