El mundo está golpeado y apenas unos pocos intentan reaccionar por la implementación de aranceles por parte del Presidente Donald Trump en el “Día de la Liberación” la semana pasada. Pero no todos están agobiados al menos un gobierno extranjero estuvo celebrando en silencio.
“Esto es excelente para el país”, declaró la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al día siguiente. México y Canadá, como parte del tratado de libre comercio T-MEC, evitaron la imposición de aranceles adicionales durante el anuncio de Trump el miércoles, mientras que el arancel promedio sobre las importaciones estadounidenses se disparará al 29%, desde tan solo el 2% anterior.
Si bien México aún enfrenta un 25% de aranceles sobre las exportaciones de acero y automóviles a EE.UU, el país no está sujeto a aranceles de ningún tipo sobre las exportaciones que cumplen con el T-MEC. Con acceso inmediato al enorme mercado estadounidense de importaciones —el más grande del mundo—, una mano de obra relativamente barata y términos de intercambio excepcionalmente favorables, Sheinbaum considera que México está bien posicionado para ser el mayor beneficiario del nuevo régimen arancelario estadounidense.
“Estados Unidos tiene 14 tratados de libre comercio, pero el único al que no se le aplicaron aranceles fue el T-MEC; todos los demás sí los recibieron”, señaló Marcelo Ebrard del gobierno de Sheinbaum “La estrategia de la presidenta Sheinbaum ha sido que México necesita lograr un tratado preferencial, es decir, que tengamos mejores condiciones para competir… de modo que las exportaciones mexicanas sean más competitivas que las de cualquier otro país. Y este plan de la presidenta Sheinbaum está funcionando”.
Sheinbaum y sus simpatizantes ven esto como el fruto de los esfuerzos del presidente por forjar una buena relación de trabajo con Trump. «Esto se debe a la buena relación que hemos construido entre el gobierno de México y el de EE.UU.», declaró Sheinbaum a la prensa. «Esto ha permitido a México evitar la imposición de más aranceles».
Sheinbaum ha sido muy colaboradora con EE.UU. en asuntos de inmigración y narcotráfico, enviando 10.000 soldados para vigilar la frontera, incautando grandes cantidades de fentanilo con destino a Estados Unidos y extraditando a 29 líderes de cárteles ya encarcelados en México para que enfrenten la justicia en EE.UU.
Las hábiles maniobras políticas de Sheinbaum dan frutos. México es el segundo mayor mercado importador de EE.UU. después de China, y con la imposición de importantes aranceles a China y a muchos de los otros socios comerciales más importantes de EE.UU., se beneficiará enormemente del nuevo orden económico. El Plan México de Sheinbaum exigía reducir las importaciones procedentes de China y aumentar la inversión extranjera en industrias orientadas a la exportación. Si no se anuncian cambios significativos en los planes arancelarios de la Casa Blanca, México probablemente se convertirá en uno de los destinos más prometedores del mundo para la inversión industrial, en particular para los países que buscan reubicar sus cadenas de suministro fuera de China.
Y Sheinbaum incluso espera que pueda lograr que Trump reduzca los aranceles al acero y el aluminio mexicanos, el panorama pinta bien para México.