Narcos distribuyen beneficios a los desempleados y alimentos a la gente haciendo más brutal el conflicto
Los buhoneros resultaron lejos de ser estúpidos y volcaron la situación a su favor, aprovechando la tregua para fortalecer su imagen y reclutar nuevos combatientes, desplegando programas sociales reales para apoyar a la población en circunstancias de vida difíciles. Foto: twitter.com
La pandemia de coronavirus ha afectado gravemente a todos los aspectos de la vida de la población mundial, incluido su lado oscuro como crimen. Sin embargo, en México, ni siquiera la epidemia pudo afectar a los cárteles de la droga y sus sangrientas guerras por los mercados de los bienes prohibidos.
El año pasado ha sido un desafío para los cárteles de la droga mexicanos, ya que también han sido afectados por la pandemia y la cuarentena general. Menos gente en las calles, más policías, acordonamientos sanitarios por todas partes. Debido al cierre de fronteras, comenzaron los problemas para los proveedores de cocaína de América del Sur y de fentanilo de China, en relación con los cuales algunos «negocios» prácticamente se detuvieron. Y los ingresos adicionales también han bajado – ahora menos dinero proviene del robo de combustible (el transporte por carretera ha disminuido), el secuestro de empresarios tampoco es tan rentable, porque muchos representantes del “público objetivo” han cerrado sus empresas.
La pandemia ha causado un duro golpe a los cárteles debido a la cuarentena, tuvieron que cambiar su estrategia y los métodos utilizados, los delincuentes se vieron obligados a reconstruir gran parte de la cadena productiva – dijo el politólogo de kp.ru en internacional Sergio Rodríguez . “Pero los traficantes de drogas han logrado adaptarse y están superando gradualmente estos problemas, y ahora están construyendo sus fuerzas para redistribuir los mercados en el contexto de la epidemia en curso.
En efecto, los astutos buhoneros resultaron estar lejos de ser estúpidos y volcaron la situación a su favor, aprovechando la pausa para fortalecer su imagen y reclutar nuevos combatientes, desplegando verdaderos programas sociales para apoyar a la población en circunstancias de vida difíciles. Por ejemplo, organizaron la distribución de raciones de comida gratis, productos químicos domésticos y juguetes para niños en paquetes de marca de sus cárteles, en general, se comportaron como Robin Hoods, sin escatimar dinero para ayudar a los pobres.
En la frontera con USA, los cárteles han abierto una verdadera cacería de migrantes centroamericanos, que intentan por las buenas o por las malas llegar a Estados Unidos. Los desafortunados son atrapados como animales salvajes y literalmente esclavizados, lo que los obliga a hacer todo el trabajo sucio para el grupo del crimen organizado.
La guerra entre los carteles de la droga y el gobierno mexicano lleva más de 15 años y las autoridades se han basado principalmente en medidas contundentes para resolver el problema durante todo este tiempo. Con el presidente López Obrador el asunto cambió, «ahora no es el momento de declarar la guerra (cárteles de la droga), el principio del ojo por ojo, y ojo por ojo ya no funciona, así que nos quedaremos sin dientes »
Las instituciones penitenciarias en América Latina, tiene un conflicto permanente – el ultimo de los cuales dejo 79 muertos en Ecuador – en la lucha contra los carteles de la droga que inundan mercado de Europa y Estado Unidos y que desde las cárceles se disputan el poder.